• El peor lugar para ser niño

    por karol lucero / @Karol_LuceroV

    Siria se ha vuelto el peor lugar del mundo para ser niño. Seis años de guerra civil han provocado la más grave crisis humanitaria de esta época y la peor parte se la han llevado los niños y niñas que viven en ese país. Cada día los medios nos muestran imágenes sobrecogedoras que casi no nos atrevemos a mirar.

    Sólo para hacerse una idea de la magnitud de esta tragedia: ocho millones de niños necesitan ayuda urgente para sobrevivir, lo que equivaldría a la mitad de la población de nuestro país. A eso se suma que millones de niños han tenido que desplazarse de sus hogares, dentro de Siria, en busca de lugares más seguros. Otros, más de dos millones, viven como refugiados en Turquía, Jordania o Egipto.

    Hoy casi seis millones de niños viven bajo el fuego de las bombas y la mitad de ellos están en zonas que hacen muy difícil el acceso de la ayuda. Son infantes que ya no recuerdan cómo era su vida antes de la guerra. Es decir, hablamos de un pequeño de 10 años que sólo tiene esa experiencia en su memoria. Muchos han perdido a sus padres, se han separado de sus familias y amigos, han dejado de ir a la escuela y han cambiado el juego por el trabajo.

    Siria es un país destruido por la guerra. Según información entregada por Unicef, sólo la mitad de los hospitales están operativos. Eso significa que los niños no están recibiendo atención médica, ni vacunas para prevenir enfermedades que pueden ser mortales y tampoco medicamentos. El agua potable es un bien escaso y el 85% de la población vive bajo el umbral de la pobreza. A todas luces, no parece una vida adecuada para un niño. A veces la situación de Siria nos parece muy lejana y distante; pero no podemos permanecer indiferentes ante esta enorme tragedia. Sólo en 2016 murieron 652 niños y las últimas informaciones de prensa nos hablan de cerca de 70 niños fallecidos en el ataque a Alepo ocurrido en Semana Santa.

    Desde Chile podemos colaborar con los niños y niñas de Siria. Podemos ayudar a aliviar en algo su dolor. Una forma de hacerlo es sumarse a la campaña que está realizando Unicef. Estuve en su lanzamiento y me motivó a publicar sobre el tema: este organismo de Naciones Unidas está trabajando en la zona y presta ayuda especialmente a los niños y niñas que se encuentran en la zona del conflicto.

    Unicef está llevando agua potable a los infantes y sus familias, los está vacunando contra enfermedades que pueden ser mortales, como la polio, la malaria y el sarampión, y les está entregando medicamentos y suministros básicos. Además, los está apoyando para que puedan estudiar con materiales educativos, creación de espacios temporales para el aprendizaje o la rehabilitación de escuelas que fueron destruidas por las bombas.

    Los niños y niñas sirios llevan seis años de sufrimiento, desesperación y violencia. Es hora de tenderles una mano. Estamos lejos, pero la solidaridad es el puente que nos acerca.

    "A veces la situación de Siria nos parece lejana y distante; pero no podemos permanecer indiferentes ante esta enorme tragedia (...). Desde Chile podemos colaborar con los niños."


    ¿Cómo donar?

    A través de la web www.unicef.cl o en la cuenta 2046 del Banco Estado al rut: 69.500.503-2, se pueden hacer donaciones. También se puede apoyar a los pequeños llamando al teléfono 224228803.

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