Leo Riquelme

Bajo los gritos de "¡Aborto sí, aborto no, eso lo decido yo!" y "¡Por las dos vidas!", manifestantes a favor y en contra de la interrupción del embarazo acompañaron ayer en el hall principal de la Cámara de Diputados la presentación de sendos proyectos, ingresados por parlamentarios de oposición y del oficialismo, respectivamente.

El primero apunta a la despenalización del aborto sin mediar causal, lo que podría permitirse hasta la semana 14 de fecundación. El segundo, en tanto, consiste en una reforma constitucional que apunta a consagrar la vida del que está por nacer desde su concepción.

La propuesta a favor de la interrupción fue ingresada por militantes del Frente Amplio, del PC y el PS, quienes estuvieron acompañados por representantes de organizaciones como la corporación Humanas y la Mesa por el Aborto. Sus adherentes portaban pañuelos verdes.

"Creemos que es muy importante seguir avanzando en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. La única forma que podamos tener una real libertad sobre lo que pasa en nuestros cuerpos es cuando también se deja de criminalizar a aquellas mujeres que tienen que tomar la decisión de abortar", dijo la diputada Maite Orsini. Su colega Camila Rojas le pidió a los representantes de Chile Vamos que se permita que el proyecto se discuta en la comisión de Salud , "y no utilicen vetos y otros comportamientos antidemocráticos".

De la otra vereda, y en medio de adherentes con pañuelos celestes, la diputada UDI María José Hoffmann reconoció que la propuesta de reforma constitucional "busca contrarrestar esta ofensiva de aborto libre que ha presentado la izquierda". "Nos encontramos en un momento histórico para nuestro país, en que tendremos que decidir si respetamos la vida desde la concepción en adelante. Ese ser indefenso que está en el vientre de la madre merece vivir y desde el Parlamento haremos el mayor esfuerzo para defender esa vida y la vida de la madre", planteó el diputado RN Eduardo Durán.

Un fuerte sismo se produjo ayer en la costa este de Venezuela. Según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el movimiento alcanzó los 7,3 grados y el epicentro se ubicó a 20 kilómetros de Yaguaraparo, en el estado de Sucre. Sin embargo, la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) indicó que el sismo fue de 6,3 grados, cuyo origen habría sido en la localidad de Cariaco, también en Sucre.

La emergencia interrumpió una concentración en apoyo al presidente Nicolás Maduro y provocó la evacuación de decenas de personas de hogares y oficinas.

El ministro de Interior, Nestor Reverol, señaló ayer que no había reporte de víctimas fatales, situación que permanecía hasta anoche.

Joan Latchman, sismóloga del Centro de Investigación Sísmico de la Universidad de las Indias, señaló a la agencia AP que este es el temblor más fuerte que se ha sentido en el país desde diciembre de 2016.

Este fin de semana se espera que el Papa Francisco se reúna con las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes durante su visita a Irlanda. Según informó ayer el portavoz del Vaticano, Greg Burke, el pontífice siempre se reúne con las víctimas cuando visita países donde el abuso "es una realidad", y añadió que cualquier información será revelada tras el hecho, con base en lo que decidan los afectados. "Lo importante para el Papa es escuchar", aseguró.