Redacción

En medio de una prolongada crisis política, económica y social que vive Venezuela, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, llegó ayer a Caracas para sostener una serie de reuniones y evaluar los caminos que puede seguir la nación caribeña para salir del conflicto.

Tras su arribo, Bachelet se reunió con el canciller oficialista Jorge Arreaza. Durante su visita también tiene previsto reunirse con el mandatario Nicolás Maduro y el líder opositor y autoproclamado presidente encargado, Juan Guaidó, con quienes tendrá citas privadas al cierre de su gira. Este último aseguró que la visita de Bachelet es un reconocimiento a la grave crisis humanitaria y convocó a una manifestación para mañana. "Venezuela no está en época de diagnóstico, sino de soluciones urgentes", dijo.

Maduro, en tanto, dio "la bienvenida" a la exPresidenta de Chile y dijo que "tenemos grandes expectativas sobre su visita, para escuchar propuestas para mejorar el sistema de derechos humanos".

La Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora, anunció que pedirá a la enviada especial que viaje a la frontera con Colombia donde, según el diputado Franklyn Duarte, están los estados más vulnerables. La visita de Bachelet culminará mañana cuando ofrezca un punto de prensa con sus conclusiones. El 10 de julio, en tanto, deberá presentar en Ginebra su informe final sobre la situación que vió en Venezuela, el que también deberá incluir las definiciones de la misión que visitó el país hace dos meses.

Previo al arribo Caracas vivió días agitados, marcados por acusaciones cruzadas y la liberación de 21 detenidos que la oposición dice son "presos políticos", pero que el oficialismo culpa de delitos.

hasta mañana estará Bachelet en Venezuela, liderando diversas reuniones. El 10 de julio entregará su informe en Ginebra.

El ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, calificó de "revanchismo" y "sensacionalismo" la filtración de mensajes que pusieron en duda su imparcialidad en el caso "Lava Jato", que según sus detractores apuntarían a que supuestamente conspiró para mantener al expresidente del Partido de los Trabajadores, Luis Inacio Lula da Silva, en prisión y fuera de las elecciones presidenciales de 2018.

El exjuez, que ganó fama al ser uno de los pilares de las investigaciones por corrupción, negó el reproche ético al testificar ayer en una sesión de la Comisión de Constitución y Justicia del Senado. Moro dijo ser víctima de un ciberataque causado por una organización criminal la que se encontraría tras las filtraciones de los mensajes. Sobre el contenido de los textos, el secretario de Estado dijo que no reconoce su autenticidad y que estos podrían haber sido total o parcialmente alterados.

"Pensé que saliendo de la magistratura y al asumir una posición de ministro, ese revanchismo, esos ataques a mi trabajo como juez que enfrentó la corrupción aplicando la ley se acabarían. Pero por lo visto me equivoqué", declaró Moro al respecto.

Lula era el favorito en las elecciones presidenciales previo a su encarcelamiento tras una condena por haber recibido un departamento. Moro pasó a ser ministro de Justicia en la presidencia del Jair Bolsonaro.

the intercept brasil Es el nombre del sitio web responsable de las filtraciones del exjuez.

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El Presidente Donald Trump comenzó oficialmente ayer en Orlando (Florida) su campaña de reelección con una reunión llena de agravios en la que denunció una "migración ilegal masiva" y criticó a la prensa y a la clase política. Trump se quejó de que ha estado "bajo asalto desde el primer día" de su presidencia por parte de "medios de noticias falsas" y una "caza ilegal de brujas".

Trump habló de su postulación en 2016, llamándola "un momento decisivo en la historia estadounidense". Y dijo que en estos años "había transformado Washington", sometiendo a "una clase política corrupta y disfuncional" y restaurando un Gobierno "de, para y por el pueblo".

La canciller de Alemania Angela Merkel dijo que "se siente bien", un día después de que surgieran preocupaciones sobre su salud cuando se la vio vacilante y temblorosa en un encuentro con el Presidente ucraniano en Berlín.

El cuerpo de Merkel tembló cuando estaba parada junto a Volodymyr Zelenskiy el martes mientras se escuchaban los himnos de ambos países.