The Associated Press

El coronavirus se sigue propagando en Bolivia, pero ellas aseguran que pueden cuidarse.

Con un traje de plástico transparente que lucen encima de su ropa interior, mascarilla, escudo facial y guantes las trabajadoras sexuales aseguraron estar listas para volver a trabajar a pesar de que el gobierno les ha pedido suspender sus labores desde hace tres meses para evitar más contagios.

Las luces de un establecimiento de citas en la ciudad de El Alto, vecina a La Paz, estaban encendidas mientras un par de trabajadoras sexuales mostraban a The Associated Press su propuesta de protocolo de protección.

Junto al local hay 50 establecimientos similares y todos dejaron de funcionar por la cuarentena. Ante la falta de ingresos, estas mujeres se las ingeniaron para proponer medidas de seguridad que les permitan volver a laborar y que incluyen la utilización de guantes y desinfectantes de uso personal, del cliente, de los dormitorios y del recinto.

"Este traje es para no tener contacto con el cliente", explicó una, Luna, de 23 años, madre de tres hijos.

"Soy mamá soltera, vivo en alquiler... Ha sido realmente muy difícil, más que todo para mis hijitos, porque también tengo que llevarles comida diaria", agregó.

El gobierno estableció una cuarentena en marzo para prevenir los contagios y el 1 de junio levantó las restricciones en siete de las nueve regiones del país, lo que implicó el reinicio de algunas actividades. Sin embargo, no se incluyeron los establecimientos de este tipo, los culturales ni de entretenimiento.

El Ministerio de Salud ha reportado hasta ahora 34.227 casos y 1.201 decesos.

Lily Cortez, representante de un gremio de 70 mil trabajadoras sexuales, aseguró que el sector vive una crisis insostenible, por lo que pidió que se levanten las restricciones a sus actividades.

"No pueden coartarnos el trabajo, puesto que científicamente se ha comprobado que por flujo no hay contagio (...) La mayoría somos mamás solteras, vivimos solas, necesitamos ganar dinero", agregó

en cochabamba los servicios funerarios colapsaron y hay registro de velorios hasta en la calle. El país registra 1.201 muertos.

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Susana y su padre Jesús Morán, de 61 años, visitaron cuatro hospitales estatales y privados de la capital ecuatoriana, Quito, buscando infructuosamente atención médica ante la sospecha de que el hombre padecía coronavirus, pues había perdido el olfato y su salud había decaído rápidamente. Recién en la noche pudo ser ingresado a un quinto, donde estabilizaron su insuficiencia respiratoria.

Los Morán habían seguido el consejo del ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, quien pidió que ante la sospecha de infección "no se queden en casa, tienen que ir al centro médico. Ahí les vamos a atender".

Quito, con casi tres millones de habitantes, sólo tiene 250 camas de cuidados intensivos ya ocupadas. Ahí se han registrado más de 6.500 casos y van 464 fallecidos.

"Estamos colapsados, no tenemos todo lo que deberíamos (...) La gente se ha muerto en las ambulancias, en las carpas" , dijo el presidente de la Federación Médica, Santiago Carrasco.

Pese a esto, especialistas creen que ahí no se repetirá lo que ocurrió hace unos meses en Guayaquil, donde los muertos se apilaban hasta en las calles. Los expertos explicaron que ahí el problema fue que la pandemia atacó en poco tiempo, algo que no ha ocurrido en Quito.

En todo Ecuador los casos superan los 58.200 y los decesos llegan a 4.639. La cantidad de contagios creció luego del fin del confinamiento a inicios de junio

ecuador permitirá este mes la operación parcial de cines y teatros, reuniones de hasta 25 personas y abrirá parques nacionales y playas.

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El expresidente argentino Carlos Menem cumplió ayer 90 años, mientras sigue hospitalizado por complicaciones en un cuadro de neumonía. Su hija Zulemita Menem confirmó en un mensaje difundido por el canal América que el actual senador está en la clínica privada Los Arcos de Buenos Aires desde hace dos días. El lunes había recibido el alta médica en otro centro tras dos semanas internado por una neumonía bacteriana. "Le dio la saturación baja, llamamos a la ambulancia y decidimos por precaución internarlo de nuevo", explicó la hija del exgobernante peronista, que es diabético. La clínica donde está no dio detalles sobre el paciente. "Está estable gracias a Dios, lamentablemente hoy no podemos compartir con él su cumple, que es lo que más nos angustia", dijo Zulemita Menem.

Entre 275 y 350 elefantes han aparecido muertos en Botsuana por causas por ahora no aclaradas, aunque los encargados de su protección y ONGs coinciden en que los decesos no se vinculan por ahora a la caza, porque los cadáveres mantenían sus colmillos, que es el principal objeto de deseo de quienes los matan. Por ahora, también descartan que sus decesos en el país del sur de África se relacionen al ántrax, que era otra de las teorías. La población de paquidermos en Botsuana se estima en 130 mil especímenes y las primeras muertes comenzaron a presentarse en mayo. Algunos de los cuerpos fueron enviados a exámenes a varios países del continente y a Canadá.