A raíz de la presentación de "Gestión del Conocimiento: La Experiencia de Finlandia" que repasa el caso de ese país en torno a su sistema educativo y social, hoyxhoy conversó con el autor de la investigación, el ex senador y doctor en Sociología, Carlos Cantero. El académico aseguró que el país escandinavo necesitó de un cambio cultural profundo, en la década del 90, para conseguir los altos estándares de calidad en educación con los que cuentan hoy. "La sociedad finlandesa entendió que la educación era el principal canal de transformación, por eso la enfatizó y la privilegió por tres vías: a través de los consensos, altos niveles de remuneración para los profesores y potenciar la excelencia docente. Un profesor allá gana un sueldo similar a un ingeniero en Chile", aseguró. Cantero afirmó además que los principios orientadores de Finlandia son radicalmente distintos a los nuestros. "Ellos no asumen que la primera etapa en el desarrollo de una persona deba ser evaluada, sino que funcionan a través de logros. No funcionan en torno a la competencia, sino que a partir de la colaboración. Aún así, tienen los mejores indicadores a nivel mundial en lenguaje y matemáticas. Por otro lado, ellos entienden la problemática como un proceso que está en permanente evaluación", explicó.

Política de Estado

Cantero señaló además que existe una política de parte del Estado finlandés para establecer conversaciones entre todos los integrantes de la sociedad. "Entienden que todos los problemas en este ámbito se ven como cambios en el orden social. Se entiende que son sistémicos, que alcanzan a toda la sociedad, involucrando a la familia, a los profesores, juntas de vecinos, centros de padres y madres, etcétera", afirmó.

En palabras de Cantero, la educación pública se da en todos los estamentos, con excelente calidad y una cobertura completa. La educación privada también está presente de manera marginal, no logrando conseguir la calidad del sistema público. "La educación se entiende como un bien público y no como un bien de mercado. El Estado no se desentiende en materia educacional. Y no sólo la educación es gratuita, sino que también la alimentación de los niños, no discriminando a quien tiene con quien no tiene. Todo esto se financia por los padres y apoderados a través de sus impuestos, pagando altos índices porque exigen altos niveles de compromiso, pero no tienen dudas de qué corresponde a bienes públicos y cuáles a privados", aseguró.

Sobre el caso de nuestro país, el especialista afirmó: "Es muy largo esperar a que pasen cinco generaciones para que cambie el país. Los cambios tienen que darse por dentro, asumiendo una política de Estado".

Sobre el paro docente que lleva más de un mes, dijo escuetamente: "En la presentación del libro me referiré a eso".