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Parque de Farellones es pura adrenalina
La cordillera metropolitana dejó de ser sólo un destino de invierno. Este recinto ofrece canopy, rápidos en cámaras sobre el agua, bajadas y descensos en andarivel y mountain bike. ¡Ah! y todo a una temperatura de unos 5 y hasta 10 grados más baja que en Santiago, lo que en medio de una ola de calor se agradece.
Leo Riquelme
"¡W uujuh!", grita Víctor Hernández mientras desciende a unos 40 kilómetros por hora colgado por el aire a través de una cuerda.
"¡Nunca había hecho algo así, jamás pensé que me tiraría! Mi hijo menor me contó que lo hizo una vez y yo le dije: 'qué arrojado que eres'. Pero ya ve, me atreví y fue extraordinario. ¡Cuándo iba a pensar que a mis 71 años iba a hacer algo así! Póngalo en el diario, ponga que esto lo puede hacer hasta un hombre de 71 años".
Hernández, taxista que oye todo el día en su vehículo la radio Agricultura, acaba de bajarse del canopy del Parque de Farellones. Viste pantalón de tela, zapatos y camisa a cuadros. Su ropa de trabajo no le impidió gozar como niño en lo que, dijo, ha sido uno de las mayores golpes de adrenalina de su vida.
"Es que fue maravilloso", insiste tras quitarse el casco y recorrer los 180 metros de cable que tiene uno de los dos canopy con que cuenta el Parque de Farellones. El segundo mide 350 metros.
Es raro ver repleto de flores a Farellones, uno de los principales centros de esquí de la Región Metropolitana. Situado a 2.500 metros sobre el nivel del mar en Lo Barnechea, está a unos 60 kilómetros o una hora del centro de Santiago, y desde hace cuatro temporadas ha sumado entretenciones estivales y extremas a su oferta. Todo, acompañado de una temperatura que es entre 5 a 10° más baja que en la capital y una deliciosa brisa que lo cubre todo.
Jugar por el cerro
El vértigo del canopy contrasta con la paz interior que provoca recorrer el andarivel panorámico del recinto, que ofrece una deslumbrante vista de la majestuosa cordillera de los Andes, vigilada desde lo alto por cuatro cóndores que planean sobre un cielo azul prístino.
Entre las quebradas de la alta montaña bajan riachuelos de agua fría y pura, proveniente de los deshielos de las cada vez menores nieves eternas. Su canalización sirve para dar vida a una de las más adrenalínicas atracciones del parque: el tubing splash.
Para quienes tengan dificultades con su nombre anglosajón, sepan que el juego consiste en lanzarse con una cámara de neumático inflada sobre una malla deslizante que, gracias a la delgada película de agua que escurre hacia abajo, le permite al usuario salir disparado por el cerro.
Son 250 metros a toda velocidad, que se pueden hacer de tres y hasta cuatro personas unidas por las piernas, cada una descendiendo en su propia cámara. A más personas, más rápida es la caída. Axel, uno de los instructores del recinto, recomienda lanzarse de espalda, para evitar que una posible bajada de las piernas provoque una frenada brusca que lance disparada al usuario.
"Pero todo esto es muy seguro", garantiza. No por nada lo pueden practicar niños desde cinco años y personas de hasta 120 kilos de peso.
Desde ahí se ve la nueva atracción del parque: las tres pistas de mountain bike que ofrecerá desde este sábado y domingo, cuya apertura de la más dura será con la carrera Farellones Cup 2017.
"El Bike Park es la actividad estrella de todos los veranos en cualquier estación de esquí en Europa y Estados Unidos, y también ya lo es en Chile. Tienes una cordillera repleta de senderos para disfrutar, por lo que era imposible que no se desarrollara como lo ha hecho en esas estaciones. Nosotros estamos siguiendo la senda y hemos tenido muy buena acogida porque es lo que la gente está demandando. El ambiente de la bicicleta es sano, divertido, se pasa bien", promueve el director del parque, Mike Izquierdo.
El diseño y construcción de esta atracción han estado a cargo de la principal empresa del rubro en el país, Montenbaik, y a punta de picota y maquinaria especializada se han abierto vías para el paso de las bicicletas.
Son tres las pistas: la Cururo o Verde, con peraltes y saltos para principiantes (abierta); Zorros o Azul, con obstáculos y peraltes de más de 1,5 metros, saltos cortados y continuados, bumps, lo que significa que ofrece una dificultad media-alta (abierta); y, por último, la Cóndores o Negra, reservada sólo para expertos (cerrada).
"Para la pista Negra y la Azul tienes que estar bien físicamente, porque tiene descensos, peraltes, saltos... son senderos especiales", añade el encargado.
Mucho más
La idea de Parque de Farellones es ser un centro que ofrezca alternativas variadas para todos. Por lo mismo, cuenta con planes especiales a quienes se lo solicitan a través de su sitio web.
Por ejemplo, el programa considera la opción para que grupos de 20 personas acampen e incluye trekkings al atardecer, fogones nocturnos, observación de estrellas y un asado, entre otras actividades.
Adicionalmente, los encargados estudian construir un centro de camping y una laguna que permita el baño y el goce de actividades recreacionales. Todo lo anterior se sumará a su reconocida oferta invernal de esquí.
"La idea de este parque es que esté abierto los 365 días del año", adelanta Izquierdo.
"¡Cuándo iba a pensar que a mis 71 años iba a hacerlo! ¡Ponga que esto lo puede hacer hasta alguien de 71!
víctor hernández, taxista y ahora canopysta"
Para llegar desde Santiago
El viaje al Parque de Farellones se hace en vehículo particular. Se sube por avenida Las Condes y se vira a la derecha en Camino a Farellones, poco antes de llegar a la Plaza San Enrique. La vía cuenta con más de 40 curvas, muchas de ellas muy cerradas, pero la ruta asfaltada y angosta se encuentra en excelente estado, por lo que no es necesario ascender en camioneta o vehículos con tracción en las cuatro ruedas. Eso sí, el llamado es a conducir con prudencia y disfrutar particularmente de los bellos acantilados y cerros que rodean la pista, donde se aprecia hermosa vegetación.
Cinco mil pesos por cada juego
Realizar las actividades que se ofrecen en verano cuesta $5 mil por cada persona. Según se publica en parquedefarelones.cl , esto da derecho a tres bajadas en el tubing splash, una tirada del canopy corto y una subida y bajada en el andarivel. El mountain bike diario vale $10 mil.
Un museo de montaña en vista
La municipalidad de Lo Barnechea y la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) firmaron un acuerdo para desarrollar y construir el primer museo precordillerano de Chile. Su fin sería fomentar el patrimonio arqueológico de estas zonas y aunque aún no se define su ubicación, al municipio le gustaría que estuviera junto al cerro El Plomo.