por álvaro peralta / @dontinto

Ayer dos grandes cadenas especializadas en completos celebraron -a estas alturas- su tradicional día; porque lo cierto es que llevan varios años con este mambo. Sin embargo, esta "efeméride" culinaria no es mucho más que una jornada en que los completos en estas dos cadenas se ofrecen a precios especiales. Y claro, eso la gente lo agradece, porque abarrota las diferentes sucursales de estas marcas para aprovechar las gangas. Y eso sería todo.

No se habla demasiado sobre los orígenes de esta preparación o acerca de las distintas combinaciones de aderezos que se pueden utilizar en sus diferentes versiones.

El asunto al final es solamente cobrar barato para así generar un volumen alto de ventas y obtener ganancias. Todo legal, por cierto, pero parte de un proceso que probablemente redunde en una merma en la calidad. Bueno, tal como suele pasar cuando uno pide un completo en una de estas grandes cadenas: el producto cumple, pero dista mucho de ser sobresaliente. ¿Por qué los completos saben mejor en los locales más pequeños? Porque en las cadenas han ido sistematizando todos su procesos, por lo que suelen tener grandes cantidades de salchichas ya cocinadas, tomate picado o panes a medio calentar. Además, han entrado en malas costumbres como usar palta de esa que ya viene procesada. Entonces, el resultado final dista bastante de lo que puede uno encontrar en recintos más pequeños, donde se van preparando en pequeñas cantidades el tomate picado, la palta molida o los porotos verdes recién cocidos.

Pero más allá de todo estos detalles, lo cierto es que tanto en locales pequeños o independientes como en las grandes cadenas la venta de completos es sencillamente grito y plata. Es más, hasta en las bencineras, en algunos estadios de fútbol o recintos donde se realizan conciertos; donde la calidad del producto es malísima, se venden completos, y muchos. Claro, hay un factor de precio que siempre influye (los completos suelen ser considerablemente más baratos que los sándwiches), pero también está el hecho de que los chilenos amamos los completos.

De hecho, en una sociedad tan segmentada como la nuestra, el completo tiene el mérito de ser una preparación que atraviesa todas nuestras capas sociales. Por todo esto, completos, italianos, dinámicos y más tienen el futuro asegurado. Por lo mismo, estos días de promociones y homenajes sólo benefician a los que los organizan, porque el completo hace rato está en un merecido pedestal.

"No se habla demasiado sobre los orígenes de esta preparación o acerca de las distintas combinaciones de aderezos que se pueden utilizar en sus diferentes versiones."