Parecía todo dado como para que Chile siguiera haciendo historia. En la previa, el empresario Leonardo Farkas -quien vio el partido desde un lujoso palco del Zenit Arena- regaló 4.000 banderas afuera del hotel chileno, y durante el himno el estremecedor apoyo de los hinchas a la Selección fue clave e hizo salir envalentonado al equipo dirigido por Juan Antonio Pizzi.

Y en los primeros 20 minutos parecía que el gol estaba por caer y que era cosa de seguir generando oportunidades. Pero entre la impericia de los chilenos y la actuación de Ter Stegen la Roja no pudo abrir la cuenta.

Llegó el error de Marcelo Díaz y desde ahí el equipo tuvo que remar contra la corriente. Volvió a encerrar a Alemania contra su arco en el segundo tiempo, pero no fue suficiente. Chile perdió pero vendrán las enseñanzas de cara al próximo objetivo que es clasificar al Mundial.