por álvaro peralta / @dontinto

Pasó toda la vorágine de la Navidad con sus regalos -cambios de regalo a contar del día 26 incluidos-, la comida de Nochebuena, el almuerzo del día después y todas esas cosas que nos dejaron exhaustos. Sin embargo, nunca tanto como para no celebrar este domingo la llegada de un nuevo año. Pero no se preocupen, esta pasada es un poco más fácil, ya que sólo es necesario preparar una buena comida, tener bastante para beber y listo. Nada de andar cargando paquetes de regalo ni -al día siguiente o incluso la misma noche- armar pistas de carrera, bicicletas o aviones a escala para los más pequeños.

Además, tampoco hay que salir a comprar de urgencia pilas para un juguete que no las traía incluidas. Así la orden del último día del año es sólo disfrutar, pasarlo bien con familia, amigos o como quiera que usted lo prefiera. ¿Y qué comer entonces? Yo sigo con mi predicamento de que debido a las temperaturas típicas de esta época lo mejor es comer platos fríos. Y justamente pensando en eso es que me parece que una gran alternativa es preparar una buena cantidad de Vitel Toné, esa salsa en base a huevos, atún y más; que es originaria del Piamonte italiano, pero que también es típica de las fiestas de fin de año en Argentina. Se trata de una salsa fresca y bien condimentada, que le sube el sabor a todo tipo de carnes frías ya sean de chancho, vacuno, pollo o incluso esos típicos intentos de esta época de hacer pavo asado y que terminan con sabor a nada. Además, combina a la perfección con una lengua de vacuno cocida y fría. Además, para el 1 de enero, tal vez el más feriado de los feriados del año; lo que quede de Vitel Toné siempre los salvará para armar una entrada de emergencia con huevos duros o jamón. O incluso, como para darle humedad y sabor a un buen y reparador sándwich. Así que por todo lo anterior, les dejamos una receta más o menos clásica de Vitel Toné (hay muchas) y ustedes luego ya eligen la proteína que más les guste para ser bañada por esta salsa. Felicidades.

Escurrir bien el atún y ponerlo en el vaso de una minipimer. Luego agregar los filetes de anchoa; la mitad de las alcaparras; la taza de mayonesa; las dos yemas (reservar las claras); el jugo de limón y la media taza de vinagre. Finalmente procesar todo hasta obtener una salsa bien homogénea. Si estuviese muy espesa, agregar un par de cucharadas de caldo de carne (frío) y procesar por unos minutos más. Por último, agregar apenas un poco de sal y pimienta para después verter todo, de manera generosa, sobre la carne a elección. Encima de todo agregar las claras de huevo ralladas y algunas alcaparras para decorar.

"Se trata de una salsa fresca y bien condimentada, que le sube el sabor a todo tipo de carnes frías ya sean de chancho, vacuno, pollo o incluso esos típicos intentos de esta época de hacer pavo asado."

por francisca corral / @FranCorralS

Se fue la Navidad y seguimos en la recta de las celebraciones. Este fin de semana es el Año Nuevo y como a los chilenos nos encanta celebrar solemos hacerlo con bombos y platillos. Y con harto ruido.

El problema es que nosotros lo pasamos bien pero hay otros que lo pasan pésimo: nuestras mascotas. La verdad es que nos preparamos nosotros para celebrar y no los preparamos a ellos para aguantar la celebración. Y ahí es donde se cometen errores con consecuencias fatales.

Deberíamos saber que el tremendo ruido de los fuegos artificiales a nuestras mascotas les afecta muchísimo. Al no saber de dónde viene y qué es lo que escuchan, pueden sentir miedo, lo que puede provocar huidas o bien vómitos, diarrea e incluso taquicardia y, en algunos casos, comportamientos excesivamente agresivos.

Es que imagínense lo que debe ser para ellos ese ruido estruendoso si la capacidad auditiva de los perros se diferencia de la del humano por su gran aptitud para captar sonidos a altas frecuencias. Pueden captar grandes densidades de ondas por segundo, gracias a lo que perciben sonidos que para el hombre son imperceptibles. Si son sonidos distantes, los perros pueden detectar un sonido débil a una distancia entre cuatro y cinco veces mayor que un ser humano.

Tanto perros como gatos padecen de una hipersensibilidad auditiva, lo que se traduce en que los ruidos fuertes o explosiones provocados por fuegos artificiales, tormentas entre otros puedan causarles pánico y manifestar conductas inhabituales, y en los casos más graves, si es que fuimos descuidados, puede resultar en huidas. Es por lo anterior que debemos ser extremadamente cuidadosos. Dejar todo muy cerrado. Pero extra cerrado, que no exista ninguna posibilidad de escape. Si vivimos en casa y nuestra mascota vive en el jardín, hagamos la excepción y dejémosla adentro para que sienta con menor intensidad los ruidos y se sienta más protegida. Es siempre bueno, tanto a perros como a gatos, dejarlos dentro de un dormitorio con música tranquila para que se relajen, pues además disminuirá las posibilidades de escape o que puedan hacerse daño. Recuerden lo que es sentir pánico, miedo, terror. Eso es lo que sienten ellos y debemos tratar de ayudarlos.

Así tanto para mascotas como para personas podrá ser una celebración tranquila y libre de accidentes que podríamos lamentar para siempre.