Diego Gotelli C.

Hace diez días, la ministra de Transportes, Gloria Hutt, anunciaba el proyecto de ley que busca regular a las plataformas tecnológicas, conocida como "Ley Uber", una norma que los taxistas esperaron por meses tras el estancamiento de la propuesta realizada en el Gobierno anterior. Sin embargo, a la misma hora que la autoridad daba a conocer los detalles, el gremio se manifestó contra la medida, convocando a una manifestación para hoy, que promete paralizar la capital.

El presidente de la Confederación Nacional de Taxistas de Chile, Luis Reyes, señala a hoyxhoy que tienen al menos cuatro puntos en disputa con la propuesta, pero que todas se resumen en un área central: que no se escucharon sus sugerencias.

¿Se juntaron con el Gobierno para opinar sobre el proyecto antes que se presente?

Habíamos conversado con el ministerio y nos dijeron que el proyecto íbamos a conversarlo en conjunto, pero eso no sucedió. De la noche a la mañana nos citaron para que nos entregaran el proyecto, y algo de esas características no se puede analizar en una sola reunión. Nuestra actividad ha bajado prácticamente un 50%, por eso queremos que la ministra pueda reconsiderar algunas situaciones para llegar a un buen puerto. Nosotros haremos lo imposible para que ese proyecto, así como está, no prospere.

¿Cuáles son los puntos que no les gustan del proyecto?

Estamos complicados con que la inscripción va a ser sin límite de conductores, en eso no estamos de acuerdo. Nosotros desde el año 1998 venimos cuidando que la calle no se transforme en una selva. También planteamos que las plataformas informales que se lleguen a regular tengan que ser sin cobro en efectivo, sólo con tarjeta de crédito, como comenzaron. Y que la identificación del vehículo deba ser con un sello es absurdo. Para nosotros si hay un vehículo que se va a regular, como exigencia tendría que ser en una flota de un color determinado, como nosotros.

En la propuesta enviada al Congreso se recoge el pedido de que se fije ciertos estándares para las apps mediante un reglamento. ¿Qué le parece?

Creemos que todo esto no debiera estar en un reglamento, debiera estar en la ley. Porque el día de mañana viene otra autoridad y dice 'esto hay que modificarlo'. El alto estándar tiene que estar en la ley, que los cobros no sean en efectivo, que la inscripción sea limitada. También quisiéramos entender que cuando la ministra habla de equiparar los servicios no habla de las exigencias de los vehículos, porque las exigencias de los vehículos de las plataformas, a nuestro juicio, debieran ser superiores a las nuestras, con vehículos de alta gama, que ese era el espíritu del antiguo proyecto y en este debiera ser lo mismo.

¿Con eso quieren que se segmente el público de las apps? Porque más exigencias podrían significar un alza en los precios

Sí, claro. Porque adicional a eso estaría el pago de los impuestos. Hoy en día la informalidad tiene la capacidad económica, como son multinacionales, de cobrar menos del 50% de la tarifa de nosotros, entonces cuando a la persona le ofrecen ese tipo de tarifa se olvida de que no tienen seguro, que no tiene licencia profesional el conductor, prima el ahorro. Este proyecto, si lo complementamos con nuestras aspiraciones, obviamente que va a repercutir en las tarifas y este tipo de movilidad la va a preferir gente que tiene una situación económica que les permite usar ese tipo de vehículos.

el proyecto de ley propone exigir a las apps conductores profesionales y sin antecedentes delictivos.

para los taxistas pretende fomentar el uso de apps para captar pasajeros y reemplazar los taxímetros.

Por Paulina Flores

Cristóbal González. Acaba de cambiarse de casa: De La Reina, en donde vivía con tres amigos, a Santiago y solo.

"Necesitaba hacerlo desde mucho tiempo, pero me costó llevarlo a la realidad. Porque cambiarse de casa es pega igual, sobre todo si quieres algo bueno, bonito y barato. Le pedí a mi abuelo que me ayudara a buscar, porque lee el diario el fin de semana por gusto. Gracias a él encontré un loft maravilloso en el barrio Yungay. Está en una casa antigua enorme y remodelada a base de contenedores de los barcos. Es bastante amplio y muy bien distribuido. La vista es sensacional porque no tiene esos edificios modernos alrededor. Fue el único departamento que visité y lo reservé al tiro. A la semana ya estaba cambiado. Sólo necesité una camioneta y dos amigos que me ayudaran, porque a excepción de la cocina, la cama, la lavadora y las cosas de mi taller, no tenía mucho más. No tengo muchas cosas, pero la verdad es que con el espacio me basta y me sobra".

"No solía moverme tanto por este barrio de Santiago, pero me ha encantado. Encuentro que está a la distancia justa del centro, cerca pero no tanto, y sin toda la bulla. Hay harto movimiento, pero es más tranquilo, como estar en la playa en enero".

"El otro día vinieron a visitarme dos ex roomies y los barzas me dijeron que lo que más extrañaban era la lavadora. Igual fue chistoso y fuimos al baño, que es donde la tengo ahora, y la prendimos para que uno de ellos escuchara la cancioncita que suena de inicio y que él siempre tarareaba cuando lavaba".

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