• Álvaro Escobar adelanta el fin del segundo ciclo de "Rojo"

    El "tío conductor" cierra mañana, con la final de los bailarines, la segunda temporada del regreso del programa de talentos de TVN y revela sus aprendizajes en el único espacio juvenil de la TV abierta. Además, confiesa que quiere ser profesor de lenguaje.

    Carolina Collins

    Acostumbrado a los formatos de conversación, que ha puesto en práctica hace más de 20 años en radio y que mostró en televisión con el late show "Más vale tarde", Álvaro Escobar tuvo que buscar en sí una nueva energía para convertirse desde mayo pasado en "el tío conductor" en el regreso de "Rojo", el programa de talentos de TVN que cerrará su segundo ciclo con las finales de cantantes y bailarines hoy y mañana, respectivamente.

    "Se parece un poco a las graduaciones, está todo teñido por los meses que preceden a estos acontecimientos porque son muchos días, semanas y meses de trabajo, con momentos difíciles y que encuentran su cosecha en estas dos finales", dice el animador de 52 años sobre este cierre de ciclo.

    Desde su estreno, el programa cosechó buena sintonía para TVN en un horario que estaba antes reservado para las teleseries vespertinas.

    El episodio de hoy elegirá entre Raúl de Jesús Valdés , Valeria Fernández, Emilia Dides y Luis Zapata al ganador de los cantantes y mañana entre Xiomara Herrera, Rodrigo Canobra, Francisco Solar y Pablo Ñancucheo al bailarín que alcanzará el sueño de triunfar en la gala del programa de talentos, que regresó una década después del fin de su versión original.

    Justamente fue en esa primera versión que Escobar hizo su debut en el formato en 2003, reemplazando a Rafael Araneda. Y aunque ya estaba familiarizado con el programa, hoy asegura que las dos temporadas que ha liderado de "Rojo, el color del talento" sacaron de él algo nuevo.

    ¿Qué siente que ha aprendido de estas dos generaciones de participantes?

    El programa en sí me exigió una energía que yo o no sabía que la tenía, o si sabía estaba reservada a otro tipo de momentos, probablemente más privados. Me refiero a la energía que te exige la televisión en ese horario y en ese tipo de programa. Por ejemplo, creo que a pesar de que se llama "tío conductor", se parece mucho al rol de un animador, de estar prendido, animado, que no son energías que había empleado.

    Le tocaba conversar más

    Claro, siempre he sido así. En "Más vale tarde" se notaba más, pero desde que hago radio, desde 1995, con una interrupción cuando fui diputado, mi tono es otro, más de conductor que de animador. Pero esta labor me pidió esa energía y creo que he aprendido mucho de eso y es una gran cosa a esta altura del partido. Hubo semanas para amaestrar el formato, a pesar de que lo había hecho y que no cambió nada.

    ¿Qué tanto se involucra con los participantes?

    Mucho. Al papel de "tío conductor" yo le asigno un rol importante de contención, de apañarlos en una cuestión que ya es difícil. Uno, porque tienen que asimilar sus vidas a un lenguaje televisivo. No es menor pasar de un anonimato absoluto a ser figuras públicas. Y en cada una de sus disciplinas también. A pesar de que el programa efectivamente es una competencia, un juego, en este caso sus aspiraciones y sueños de darle un giro a sus vidas haciendo algo que quieren profundamente, a mí me involucra mucho. A todos los deseo el mayor de los éxitos en cada programa que nos toca hacer juntos.

    De la tv a la u

    En 2016, Álvaro Escobar se tituló de abogado de la Universidad de Chile. Después de 25 años de terminar la carrera, hizo su práctica profesional en la Defensoría Penal Pública, que antes había interrumpido para estudiar Teatro. Luego de eso dice que aprovechó "el vuelito" para hacer un programa especial de titulación en periodismo de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, y formalizar así algo que llevaba haciendo 22 años en radio y televisión.

    ¿Sintió alguna vez, como animador del único programa juvenil de la TV abierta, la responsabilidad de ser parte de un canal en crisis?

    Lo que está pasando en TVN es tanto de mi incumbencia, que en el ramo de investigación periodística mi reportaje lo hice precisamente sobre el rol público en la privacidad de TVN. Ahora, si acaso yo me siento responsable de sacar a TVN de la situación en que está, sé que de parte de los trabajadores del canal había mucha esperanza puesta en que "Rojo" le pudiera dar vida y efectivamente es el programa que puede dar buenos resultados, pero no depende del programa. Cuando partí con el programa pensaba que solamente dependía de un tren programático, hoy día yo me atrevo a decir que pasa por cambios estructurales de fondo en concebir una televisión pública, incluso con un modelo de financiamiento distinto, porque creo que en Chile no sabemos todavía lo que es tener una televisión pública. Entendemos que hay una televisión con un estatuto público, pero no sabemos lo que es tener una televisión pública que cumpla objetivos públicos con un financiamiento público.

    ¿Cuál es su objetivo al estudiar periodismo?

    Yo elegí como mi medio de comunicación la radio y en particular radios informativas, sin tener un título de periodista. Entonces me propuse, por un lado, cerrar con una cierta formalidad algo que he venido haciendo hace mucho tiempo y, por otro lado estoy buscando la vía de acercarme a la pedagogía en lenguaje y comunicación.

    ¿Para que le sigan diciendo tío?

    ¡No! para que me digan viejo (se ríe).

    Modo viña en off

    Escobar será parte del jurado del Festival Internacional de la Canción de Viña en febrero próximo en representación de TVN, que organiza el certamen en conjunto con Canal 13

    ¿Cómo se siente para enfrentar el rol de jurado?

    No sé (se ríe). Estoy más en modo terminar esta temporada de "Rojo". Me imagino que después de las vacaciones voy a estar más en modo Festival.

    "Sé que de parte de los trabajadores del canal había mucha esperanza en que "Rojo" le pudiera dar vida, pero no depende del programa."

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