Diego Gotelli C.

Con algunas sonrisas culminó el miércoles una reunión inédita en el Congreso entre representantes de todo el espectro político para acordar la fórmula para cambiar la Constitución. Luego que parte de la oposición se abriera a aceptar una Convención Constituyente, un modelo mixto en desmedro de su idea inicial de Asamblea, se especuló que ayer se concretaría el acuerdo pedido por el Presidente Sebastián Piñera. Pero el diálogo se trabó.

Temprano en el exCongreso de Santiago el oficialismo presentó una contrapropuesta, en la que planteó que el comité que elabore la Carta Magna esté formado por 40% de diputados y senadores en ejercicio, 20% de expertos, y un 40% de ciudadanos electos. La formula no gustó en la oposición, donde en la previa se analizaba que la participación de civiles fuera del 80%.

El presidente de RN, Mario Desbordes, explicó que el 20% de técnicos sería elegido por la misma convención. "Quieren volver a la lógica de los designados", criticó el timonel del PS, Álvaro Elizalde, quien agregó que el hecho de que menos de la mitad de la junta sea elegido por la ciudadanía lo hace "antidemocrático".

Sectores de Chile Vamos también repararon en que no se debería hacer un plebiscito inicial en la que se consulte a la población si quiere una nueva Constitución y la modalidad. La presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, señaló que esa duda se resolverá en la próxima encuesta de alcaldes. "Cualquier acuerdo al que se llegue debe ser validado por la ciudadanía", respondió el líder del PPD, Heraldo Muñoz.

El PC y el Frente Amplio se restaron del diálogo, acusando que se habla "entre cuatro paredes" y se está llegando a acuerdos en una "cocina".

dos días de reuniones informales suman los parlamentarios de diversos partidos para llegar a un acuerdo constituyente.