El Chile de 1991 era muy distinto al de ahora. Ese año, en febrero, Patricio Aylwin reconocía por primera vez a través del informe Rettig y en nombre del Estado, las violaciones a los DDHH en ocurridas en dictadura. En abril, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez asesina a Jaime Guzmán y en julio, Colo Colo ganaba la Copa Libertadores de América. En las radios, "Justify My Love" de Madonna peleaba el primer lugar del ranking con el hit "Joyride" de Roxette y luego, con "De música ligera", de Soda Stereo.

Primeros pasos

Mientras eso pasaba a nivel masivo, en la escena under de Santiago, un grupo de jóvenes rockeros (Alex Patiño en voz, Juan Herrera en batería, Pedro López en la guitarra y Carlos Kretschmer en bajo) se juntaba para lanzar su primer EP: "Dulces bebés paranoicos", primera piedra de un edificio que se sostiene 25 años después, hasta el día de hoy: BBS Paranoicos, una de las bandas fundamentales del punk chileno, junto a Fiskales Ad-Hok y Los Miserables, por nombrar algunos ejemplos emblemáticos.

A juicio de Francisco Reinoso, editor en Rockaxis y conductor de radio Sonar, "a BBS Paranoicos, la etiqueta punk le queda chica hace rato. Son patrimonio del rock chileno, no por el cliché del apego a la música local, sino por la trayectoria que han desarrollado, la consistencia, la coherencia de todo su trabajo. Pensando en la triada que tuvo sello Alerce en 1993 junto a Fiskales y Los Miserables, BBS Paranoicos es la banda que mejor ha envejecido. Es una banda con actitud punk sobre el escenario, pero que puede abrir su paleta de estilos hacia otros sonidos".

Disco debut

"Cuando empezamos, la escena del rock en Chile era prácticamente inexistente. Desde el punk, habíamos aprendido a trabajar en la autogestión y el apoyo mutuo desde proyectos anteriores a BBS, en espacios como "El Garage" de Matucana, "El Trolley" y otros más humildes, donde se compartía todo: los equipos, el trabajo y el fuerzo de cada uno", recuerda Carlos "Ozz" Kretschmer, bajista histórico del grupo y miembro fundador de la banda.

A pesar de las carencias técnicas propias de la época, BBS Paranoicos se tomó en serio el trabajar como banda de rock y al poco andar, en 1993, editan, bajo el extinto sello Alerce, su primer LP: "Incierto final". "Si queríamos hacer algo, si nos planteábamos metas en serio, teníamos que hacerlo nosotros, buscar contactos y convencer a la gente de que éramos una banda seria, que el punk rock no era sinónimo de vagancia. Afortunadamente convencimos, hicimos nuestras primeras grabaciones y llegamos a sacar el disco por Alerce", explica el músico.

El despegue

Tras "Incierto Final" y la buena recepción del público, BBS Paranoicos empezó a tocar más seguido y en distintos lugares del país. Luego vino la publicación de "Fábricas mágicas, lápidas tétricas" (Toxic Records, 1994), seguido de "Hardcore para señoritas" (TakeSale, 1996), disco que marca un hito en la historia del grupo.

"Fue nuestro tercer disco y el primero en salir en CD. Marcó un impacto en una generación completa de personas respecto al sonido, al punk melódico con influencias californianas y especialmente en nosotros, ya que fue el disco que nos abrió las puertas para hacernos mucho más masivos. El disco ha tenido varias ediciones y reediciones, la última en 2016 en vinilo", agrega Ozz.

Pero a pesar del éxito, los punks más ortodoxos cuestionaron que BBS dejara las líricas contestatarias presentes en los primeros álbumes.

"Recogemos las críticas. Siempre aportan desde un punto de vista que uno no ve directamente. Los primeros dos discos abordaron temas políticos de manera directa, pero rápidamente entendimos que el enfoque nuestro era más existencialista que macropolítico o macroeconómico (...) para nosotros, el punk es sinónimo de libertad, de hacer, sentir y decir lo que nace, con respeto y tolerancia. Entonces, nunca nos han convencido mucho los discursos ortodoxos, especialmente de personas que deberían ir hacia ideas libertarias y no dogmáticas", dice Kretschmer.

Trabajo conceptual

Tras el arrollador paso de "Hardcore para señoritas", en 1998 BBS Paranoicos edita "Collage", un álbum con temas inéditos y canciones en vivo. Luego, vino "Algo no anda" en el 2000.

Sin embargo, una de las épocas más interesantes del grupo, comienza a gestarse con el lanzamiento del álbum conceptual "Capital" el año 2003, celebrando diez años de carrera. Un disco que habla de la vida en la ciudad. "Capital marcó la madurez compositiva y lírica de una banda que dejaba de ser adolescente para transformarse en adulta, que dejó de lado los clichés líricos y estéticos de una escena saturada y que fue capaz de aportar nuevos elementos musicales y temáticos que ampliaron el espectro del estilo. Ganamos reconocimiento internacional, giramos por varios países y pudimos editar y distribuir el disco en Argentina, Perú y Ecuador", recuerda Ozz. Tras "Capital", vinieron "Antídoto" en 2007 y, finalmente "Cruces" en 2014.

Muchas bandas no logran seguir juntas después de tanto tiempo. ¿Dónde nacen las ganas y la energía para seguir en esto?

Creo que incluso pocos matrimonios duran tanto. No hay una formula. Creemos en el otro y somos bien trabajadores por nuestra música. Nos queremos mucho y nos protegemos. Nunca pensamos que estaríamos 25 años tocando a este nivel, encabezando festivales, siendo nominado a premios y teniendo la fortuna de llenar recintos a lo largo de todo Chile. Estamos muy felices con lo que hemos conseguido, con el cariño de la gente y con la valoración de nuestra música y nuestra forma de trabajar. Nos llena de orgullo que nos consideren referentes y esperamos poder seguir aportando a las nuevas generaciones de bandas.