Pamela Serey A.

Se termina la carrera futbolística de Rafael Olarra y él quiere hacerlo con un sello diferente. Por ello, se ha tomado un tiempo para planificar su despedida "masiva".

Todavía no tiene definido por completo lo que hará, pero confiesa que le gustaría jugar un partido en el que, además de sus grandes amigos, participen los hinchas que lo han acompañado. "Me gustaría. Vi un partido de un equipo contra 100 hinchas. Sería bonito", dijo a hoyxhoy.

Además de los hinchas, Rafa Olarra afirma que hay un jugador con el que compartió parte de su carrera y que está prácticamente obligado a decir presente. "Rodrigo Tello, él tiene que estar sí o sí en mi despedida", afirma. Y claro, con el volante (que también se retiró la semana pasada) formaron una amistad que traspasó el campo de juego. Tanto así, que formaron un negocio juntos. Son los dueños del hotel Quimaqui, que está en San José de Maipo.

Así, con 38 años, 20 de carrera y siete equipos en su currículum, el defensor se despide. ¿El motivo? "Había harto desgaste físico. Son 20 años compitiendo y también hay desgaste emocional", reconoce el ex jugador.

Pese a ese bajón natural, Olarra deja feliz el fútbol: "Lo di todo", señala. "Siento que no me faltó nada por hacer. Pueden decir que no fui a un Mundial. Sí, es cierto, pero jugué muchos otros torneos y también Clasificatorias", argumenta.

Anécdotas

Además, dice que el fútbol le enseñó muchas cosas que le servirán para la vida. Por lo mismo, está agradecido del deporte y también de su familia, que lo apoyó en el proceso. Asegura que jamás olvidará el duelo que disputó Chile contra España en Sydney 2000, donde anotó un gol. "Era un equipo invicto. Estaba Xavi, Puyol y después de ese gol me llamaron para ir a jugar a España. Fue muy importante", relata. Pero esos no son los únicos recuerdos que atesora Olarra, también recuerda -entre risas- que pasó el terremoto del 27/F abrazado a Diego Rivarola. Los dos estaban en ropa interior, afirmados del marco de la puerta de la habitación donde concentraba la U. "Cada vez que nos juntamos sale a colación esa escena. Es que fue muy divertido. El terremoto nos unió físicamente", dice riendo. También recuerda que fue a jugar un amistoso con la Selección Chilena a la India, en la previa de Francia '98 y "no llegaron nuestros equipajes. Estuvimos cinco días con la misma ropa. Yo me compré unas zapatillas para entrenar y daba lo mismo cuál me ponía en la izquierda o la derecha. No tenían forma. Imagina lo que fue eso", añade. Además, reconoce que hubo miles que "no se pueden contar. Quedaría la embarrá... jajaja", cierra.

Así, conforme con lo entregado y con muchas experiencias vividas, Rafael Olarra dice adiós al fútbol profesional.

El próximo miércoles, cuando se reúna el directorio de Azul Azul, se decidirá el futuro de Sebastián Beccacece, quien deberá presentar un informe con su trabajo durante el Clausura. Por mientras, la regencia ya piensa en posibles incorporaciones, y uno de los nombres, el lateral de Palestino Felipe Campos, se mostró dispuesto a dar el salto a los azules. "Obviamente está la ilusión de llegar a un equipo grande. Por lo menos conmigo no se han comunicado y no sé si han hablado con Palestino. Sería lindo partir a la U. de Chile, y si sale algo bienvenido sea", dijo el seleccionado a Radio Cooperativa.

El presidente del Club Social y Deportivo de Colo Colo, Fernando Monsalve, tuvo un fuerte entrevero con Aníbal Mosa, presidente de ByN, en los camarines del Monumental tras el duelo ante Santiago Wanderers. Ayer, Monsalve especificó sobre lo sucedido a Radio Cooperativa. "No suelo discutir con personas que están fuera de sus cabales, no se podía hacer planteamientos. Fue un estallido de cólera, frustración, irritabilidad y locura de una persona sin razón". Agregando que "es difícil reproducir si había algún comentario cuerdo, pues era un sinnúmero de garabatos, improperios sin cordura".