Leo Riquelme

Entre diez a 15 miembros del Consejo Regional (CORE) Metropolitano aspiran a competir por un cupo parlamentario en las elecciones de noviembre del próximo año. Su decisión, no obstante, los obligará a abandonar en dos semanas el puesto que ganaron en las urnas en los inéditos comicios del 2013.

La determinación dejará a la corporación sin al menos un tercio de sus 34 integrantes electos, que ahora deberán ser reemplazados por quienes los acompañaron en las listas hace tres años.

"Es una pérdida para el CORE que se vaya con tanta anticipación gente preparada, acuciosa, con mucho trabajo en terreno, con el tan buen trabajo que hemos hecho durante estos años", lamentó el presidente del consejo, Carlos Escobar.

En el CORE capitalino hay molestia, pues su situación no se compara con la de los diputados y senadores, que aunque vayan a la reelección no deben dejar sus cargos con un año de antelación. Tampoco ocurre con los alcaldes que busquen otro período, que deben salir apenas 30 días antes de los comicios; y ni siquiera pasó con los dos consejeros que compitieron en las pasadas municipales, que dejaron sus escaños tres meses antes de la elección.

"Es discriminatorio (...) Yo creo que lo prudente debería ser 90 días", agregó Escobar.

En el calificativo coincidió Jaime Escudero, consejero PPD que decidió que dejará el puesto para competir por el distrito 29, que incluye a las comunas de Pirque, Puente Alto, San José de Maipo, La Pintana y La Florida. Con el fin del binominal esa zona pasará de elegir cuatro a siete diputados.

El ex alcalde de Pirque criticó la norma y teme que impacte al consejo, que decide políticas y la distribución de millonarios recursos a proyectos municipales. "Ya llevábamos un rodaje. La salidas van a afectar lo que habíamos realizado, el trabajo conjunto, los consensos que habíamos conseguido con la oposición", agregó. A su juicio, la "discriminación" pasa porque la clase política tradicional "le teme a la renovación".

Para enero está previsto el inicio de la marcha blanca para la puesta a punto del Rancagua Express, el nuevo servicio que la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) implementará a fin de unir en 50 minutos la Estación Central de Santiago con la capital regional de O'Higgins.

"Si todas las pruebas son exitosas durante el periodo de marcha blanca, ésta podría concluir en febrero para iniciar operación comercial en marzo", dijeron a hoyxhoy desde el Grupo EFE.

El proyecto se encuentra en desarrollo desde el 2011 y su operación se aguarda desde hace dos años, sin embargo se ha prolongado por conflictos con los vecinos, dificultades en los accesos de pasajeros a la Alameda y fraccinamiento del proyecto, entre otros, según han indicado por separado en la empresa y el Gobierno Metropolitano.

"La marcha blanca consiste básicamente, en la prueba de todos los sistemas en un régimen similar a cuando entre en operación el servicio. Esta etapa permite asegurar el correcto funcionamiento de los equipos y sistemas, antes de abrir el servicio a público", agregaron ahora desde EFE.

El Rancagua Express costará US$635 millones, casi tres veces más de lo previsto; acortará en 30 minutos el tiempo de viaje actual. Lo usarían unas 5 mil personas por hora.