• #Yoapoyo3causales

    por katherine salosny / @kathysalosny

    Recuperé algo el aliento y me volvió la fe cuando el lunes pasado me enteré que en el Congreso se votó a favor de legislar sobre la ley para despenalizar el aborto en tres causales. Estas, según mi punto de vista, son lo mínimo a lo que debiera acceder una mujer -de manera libre e informada- si toma la decisión. Las medidas se podrían tomar cuando hay peligro para la vida de la mujer, inviabilidad fetal de carácter letal y embarazo por violación.

    Lo extraño para mí es que aunque en Chile se reconozca que los abortos existen y se realicen más de 100 mil al año de manera clandestina, sigamos discutiendo algo que existió en Chile como parte de nuestra legislación (y que funciona en la mayor parte de las naciones del mundo). Mientras, en nuestro país, hay un pequeño grupo que quiere que nos mantengamos en el período de la Edad Media.

    El tema del aborto terapéutico por tres causales me impacta, porque no entiendo cómo un país que lo tuvo desde 1931 como parte del Código Sanitario y de un sistema de Salud Pública -que en Chile ha sido un ejemplo en Latinoamérica, tal como años después, en los 60, se implementaron campañas de prevención del embarazo y de acceso a anticonceptivos gratuitos sobre todo para las mujeres de escasos recursos-, nos hemos visto envueltos en una discusión que me parece anacrónica a estas alturas de la vida. Un indicador de esto es que sólo en el Vaticano, Malta, El Salvador, República Dominicana y en Chile se penaliza el aborto en cualquier circunstancia.

    Por eso me parece básico que se apruebe en el Congreso la despenalización por las tres causales y que las mujeres, niñas y adolescentes -con apoyo e información- tengan el derecho vital de interrumpir un embarazo en forma voluntaria cuando hay peligro para la vida de la madre, hay una inviabilidad fetal en el embarazo y por violación. El proyecto lo están planteando diversos parlamentarios desde 1991, después de que a fines de 1989 el gobierno de Augusto Pinochet volviera a penalizar el aborto en cualquier circunstancia.

    Y digo esto porque una de las causales que son parte del proyecto y me parecen horrorosas, es la de violación. El tema me parte el alma porque se trata en su mayoría de niñas que son obligadas a llevar embarazos adelante cuando ni siquiera pueden sobrellevar en sus cuerpos una guagua. Se trata en general de niñas entre 10 y 14 años y -que en Chile son más de 800 al año-, según dice el Ministerio de Salud. O como señaló la experta en abuso sexual, Vinka Jackson en una columna, se trata ya de una tortura que se le infringe a una niña o mujer al obligarla a sobrellevar un embarazo producto de una violación. Jackson también escribió que los ataques sexuales a los niños y niñas son también a su humanidad ya que el daño no sólo es sexual sino que también es físico, neurológico, psicológico, emocional y social.

    El tiempo es ahora. Podemos impedir más daño si paramos este sufrimiento de tantas mujeres en Chile.

    "El tema me parte el alma porque se trata en su mayoría de niñas que son obligadas a llevar embarazos adelante cuando ni siquiera pueden sobrellevar en sus cuerpos una guagua."


    Sugerencias

    Por si no estuviese informado de este tema, y del proyecto de ley sobre despenalización del aborto, en www.3causales.cl está explicado de una manera que facilita su comprensión y cómo ha sido el tema históricamente.

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