• La herencia en las pensiones

    Roberto Fuentes Silva, gerente de estudios de la asociación de afp a.g.

    El debate sobre la reforma a las pensiones está focalizado hoy en quién administra el 5% que pondrán los empleadores a cuenta de los trabajadores que integran su planilla. El gobierno trabaja la idea que los cinco puntos extras no vayan a las cuentas personales en las AFP, lo cual, entre otras consecuencias, elimina el derecho de propiedad sobre esos ahorros de los trabajadores, y el derecho a la herencia que consagra la ley respecto de esos fondos.

    En otras palabras, al no ir a las cuentas individuales que el trabajador tiene en su AFP, frente a la muerte, se pierde el derecho de traspasar esos ahorros a sus hijos o padres u otros familiares.

    El derecho de propiedad sobre los ahorros previsionales y la herencia es una característica valorada por muchos trabajadores afiliados. En los hechos, el dinero acumulado en las cuentas individuales es probablemente el mayor ahorro que una persona puede lograr en su vida y que se utilizará para financiar su pensión. En caso de fallecer, se transformará en pensiones de viudez y orfandad, o se pagará como herencia.

    En pensiones el foco está en el afiliado y su grupo familiar. La herencia como tal en el caso de un pensionado se produce cuando los afiliados eligen las modalidades de pensión de retiro programado o renta temporal. En ambos casos el ahorro acumulado queda en las cuentas individuales en la AFP y se sigue administrando como se hacía antes de pensionarse. No es así cuando se elige una renta vitalicia en compañías de seguros de vida.

    El derecho de propiedad surge en el momento en que esas cotizaciones se extraen de la remuneración del trabajador y se depositan en las cuentas que administran las AFP. Ese derecho se extiende a todo el período hasta que la persona se pensiona y debe escoger una modalidad de pago de pensión.

    El nuevo aporte para pensiones de 5% de la renta imponible, que será pagado por los empleadores, en principio no sería de propiedad de los trabajadores en nombre de los cuales los empleadores cotizaron, sino que irán a un fondo común y, por tanto, se pierde la característica de herencia y la relación directa entre lo aportado y el monto de la pensión.

    Si los empleadores pondrán un 50% más de lo que hoy se aporta, ¿por qué esos fondos no tendrían el beneficio de la herencia, si han sido puestos en función de un contrato de trabajo con nombre y apellido? Sin la existencia de esa relación, no habría aporte de 5%, y si la hay, entonces debería ser propiedad del trabajador, ya que de esta forma se mantiene la paridad entre aporte y monto de pensión.

    Por último, es importante que se revise en detalle qui´rnes asumirán los costos de esta medida, porque hoy los que pagarán el costo de aumentar pensiones es la clase media asalariada.

    "Al no ir a las cuentas individuales el 5%, frente a la muerte, se pierde el derecho de traspasar esos ahorros a sus hijos o padres u otros familiares."

  • Un literato que se convirtió en académico

    Por Paulina Flores

    Osvaldo Tacchi. Estudió Literatura en la U. de Chile: "Siempre me había gustado la historia y la política en el colegio, pero tuve un profe de lenguaje que cambió mi forma de ver la literatura. Gracias a él, me hice socio de la biblioteca de Santiago, me inscribí en talleres de lectura, de poesía. Es una pena, pero aunque fue tan importante, no recuerdo el nombre del profesor, sólo que era muy joven y siempre usaba un pañuelo palestino en el cuello".

    En los primeros años destacó y llegó a ser el alumno con mejor promedio, pero se fue desmotivando y congeló en su tercer año: "Al principio era muy desafiante, y a la vez, era como que se confirmaran todas mis intuiciones literarias, teóricamente hablando. La desmotivación vino con los paros y las tomas, que en Filosofía y Humanidades eran ridículas. Ninguna otra facultad estaba en toma y la nuestra peleaba por la 'triestamentalidad', que no tenía nada que ver con el petitorio del movimiento estudiantil. Otra cosa que me desanimó fue la poca salida laboral de la carrera. Cuando era chico no me importaba, era idealista y casi sentía orgullo de estudiar algo que no tenía trabajo, pero cuando me fui haciendo adulto, el panorama no se vio muy alentador".

    Tras analizar posibilidades en su año sabático, decidió retomar y esforzarse por convertirse en un académico: "Al final me di cuenta de que más allá del contexto, todo dependía de mí. Me gradué y seguí con un magister, que es lo que hoy me permite hacer clases en otras universidades. Los ramos que hago no son mis favoritos, pero mi meta es poder hacer un curso 100% mío".

    "Cuando chico era un idealista y casi sentía orgullo de estudiar algo que no tenía trabajo.

    osvaldo tacchi"

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