Diego Gotelli C.

Investigaciones científicas recientes han alertado el peligro que supone para la Región Metropolitana la falla San Ramón, que se encuentra activa y podría producir sismos de hasta 7,5° Richter. Pero pese al riesgo, se desconoce mucho sobre su comportamiento, por ello es que ayer la Presidenta Michelle Bachelet llegó hasta San José de Maipo para presentar una red de 12 estaciones que vigilará permanentemente la franja.

"Chile es y seguirá siendo un país sísmico y debemos prepararnos adecuadamente para prevenir este riesgo, y lo primero que requerimos es justamente información", dijo la Mandataria, quien calificó como "un avance sin precedente" este proyecto de medición constante.

Se trata de siete estaciones de monitoreo fijas y cinco móviles, que estarán conectadas al Centro de Sismología Nacional para medir su actividad en tiempo real. Así se determinarán cómo reacciona la falla en los sismos y cuáles son sus focos más activos.

"Lo que queremos hacer es que esto se traduzca en normativas, en un desarrollo de Santiago que nos permita tener una ciudad más sostenible y resiliente", comentó el geólogo de la Universidad de Chile, Gabriel Vargas.

Con el mapeo de actividad se podrá saber, por ejemplo, dónde hay más riesgo de construir viviendas y eventualmente modificar el plan regulador de la región.

Actualmente se conoce que la falla tiene una extensión de 30 kilómetros, que va entre los ríos Mapocho y Maipo, y cruza las comunas de Vitacura, Las Condes, La Reina, Peñalolén, La Florida y Puente Alto. Sin embargo, con el monitoreo se espera en 33 meses conocer posibles ramificaciones, que podrían extenderse a Pirque por el sur y Lo Barnechea por el norte.

El proyecto cuenta con un presupuesto de $465 millones y comenzó a implementarse el año pasado. A la fecha ya hay tres estaciones fijas operativas.

"A partir de este estudio, se obtendrá la información que va a permitir conocer en profundidad la estructura del territorio de la RM, para así tomar las medidas que nos permitan preparar y proteger de mejor manera a nuestros compatriotas en caso de sismos", agregó Bachelet.

$465 millones es el presupuesto del proyecto para adquirir los centros y pagar especialistas.

2011 se estudió la falla, pero no incluyó el uso de estaciones permanentes.

Por Paulina Flores

Juan Carlos Ortega. Antes de hacerse conductor de Uber trabajaba como gerente comercial de una empresa de productos del mar: "Me tocaba contactar con compradores asiáticos, y por la diferencia horaria no tenía casi nada de tiempo libre. Trabajaba más de 12 horas seguidas diariamente en la oficina, llegaba a la casa agotadísimo, y a veces incluso debía seguir con las gestiones desde la cama. Casi no compartía con mi familia y en los últimos 13 años me perdí muchos momentos importantes".

Supo de la existencia de Uber por la polémica con los taxista el año pasado. Una noche salió con su esposa y una pareja de amigos al cine: "Nosotros habíamos llegado caminando, porque nos quedaba cerca, pero luego decidimos ir a comer y tomarnos un vinito a Plaza Ñuñoa. Nuestros amigos pidieron un Uber. Aunque era un viaje corto, me encantó la experiencia y le fui haciendo muchas preguntas al chofer, como si era rentable, si era seguro y cosas así. Ya en el restorán bajé la aplicación y nos devolvimos en un Uber a nuestra casa. Lo encontré un sistema muy bien pensado".

Cuatro meses después, negoció su finiquito con la empresa de productos del mar, decidido a empezar su propio negocio en el mismo rubro: "No me fue muy difícil porque tenía la experiencia y los contactos, pero como partí desde cero, sin ninguna garantía, lo complementé con manejar para Uber. Nunca había trabajado manejando, en un ambiente exterior, así que ha sido muy entretenido, todos los días descubro algo nuevo conversando, u observando simplemente, a los pasajeros y a la ciudad. Me hago un muy buen sueldo trabajando de 7:00 a 13:00 horas y me queda toda la tarde libre para dedicarla a mi emprendimiento y a mi familia".

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El hallazgo de "trazas de hidrocarburo" en el río Mapocho y en un estero proveniente de La Parva llevó en la tarde de ayer a la sanitaria Aguas Cordillera a anunciar el corte del suministro de agua potable a unos 9.300 clientes de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, esperando devolver el servicio durante esta mañana. En la noche de ayer, mediante una declaración pública, el centro de esquí La Parva reconoció que la aparición del líquido se produjo por "una ruptura en una de las líneas que conecta nuestro tanque de parafina, que es usada para calefaccionar espacios administrativos". El centro turístico agregó que "la filtración en este momento se encuentra contenida y sellada", y que la cañería había sido reemplazada hace dos semanas. El problema derivó en que la Municipalidad de Las Condes se viera obligada a suspender hoy las clases en los colegios Pedro de Valdivia, Southern Cross, Dunalastair, N.Sra. de Loreto y Saint Andrews. Anoche, tanto Las Condes como Lo Barnechea, establecieron cada uno cinco puntos de abastecimiento de agua potable.

Un 77% de avance lleva la construcción del túnel de Kennedy, que conectará la ex rotonda Pérez Zujovic y Américo Vespucio, entre Vitacura y Las Condes. En una visita inspectiva, el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, informó que comenzaron a instalar el sistema de ventilación e iluminación, y añadió que se mantiene su plazo de entrega para fin de año. El túnel está a 20 metros de profundidad y tiene 1,2 kilómetros de extensión, que ya está cavado y ahora se encuentra en la fase de hormigonado.

Un convenio entre Fonasa y el Banco Estado permite ahora comprar bonos médicos en alguna de las 18.900 Cajas Vecinas del país, el 26% de ellas en la Región Metropolitana. Para pagar por la atención primero hay que solicitar el Rut del prestador y código de prestación al momento de reservar la hora de consulta; luego, pedir el Número de Folio en www.fonasa.cl o llamando al 600 360 3000; y después se paga en la Caja Vecina con ese folio. El comprobante de pago es el bono que se entrega al médico.