Natividad Espinoza R.

En la actualidad, pasar gran parte de la jornada laboral frente a un computador es -para muchos- la norma. Sin embargo, numerosas empresas aún no adecuan sus espacios y muebles a esta realidad, lo que suele tener como resultado trabajadores con dolencias lumbares y cervicales.

De acuerdo a la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), para prevenir este tipo de dolencias es fundamental sentarse frente a la pantalla con una postura apropiada, en la cual la mirada debe ir hacia el frente (y no hacia arriba o abajo), los hombros deben estar relajados y los codos apoyados, apegados al cuerpo manteniendo un ángulo entre 90° y 100°.

Por su parte, las muñecas tienen que estar relajadas y alineadas respecto al antebrazo, y la espalda debe mantener su curvatura natural. Las caderas requieren estar en un ángulo de 90° a 100° (con los muslos paralelos al suelo) y las rodillas siempre en uno mayor a 90°. Finalmente, los pies tienen que estar completamente apoyados en el suelo, con ayuda de un reposapié si es necesario.

La silla ideal

Para el traumatólogo y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad San Sebastián (USS), Jaime Vásquez, para lograr una postura adecuada es fundamental contar con una silla ergonométrica, adaptada a las necesidades del trabajador actual.

Entre los requerimientos más básicos que debe tener una silla para trabajar frente al computador, el profesional mencionó que "el respaldo no debe ser nunca en 90°, sino que siempre tiene que recordar la forma normal de la columna, con todas las curvaturas que ésta tiene. Si uno tiene un respaldo adecuado probablemente van a disminuir los malestares musculares y óseo-articulares".

Asimismo, Vásquez planteó que también es deseable que el asiento sea regulable según el tamaño de la persona, y que cuente con un apoya-cabeza.

Sillas personalizadas

También existen sillas diseñadas para personas con problemas y dolencias específicas. En Dimusa, por ejemplo, tienen el modelo Flexa, que corrige malas posturas, previene el lumbago y también ayuda a reducir la fatiga.

El asiento de este modelo cuenta con un respaldo que se reclina en armonía con el usuario, permitiendo mover los omóplatos y generando una tensión capaz de corregir malas posturas.

También está la silla Eco, que promete disminuir las molestias producidas por hernias lumbares. Esto, a través de un respaldo lumbar regulable, el cual se adapta a la espalda de cada usuario sin generar tensiones en posibles hernias u otros agentes que generen incomodidades.

"Si uno tiene un respaldo adecuado probablemente van a disminuir los malestares (...)

jaime vásquez, traumatólogo"

el respaldo de una silla para trabajar frente al computador nunca debe estar en 90°.

los reposapiés son una buena alternativa cuando no es posible apoyar los pies en el suelo.

Cuando se escribe un correo relacionado al mundo laboral, surge la duda si incluir un emoticón feliz y así mostrarse como alguien cercano y dulce, o no hacerlo.

Según un estudio de la Universidad Ben-Gurion del Negev, Israel, añadir una carita feliz amarilla en un email de trabajo, no genera nada positivo. Al contrario, al receptor le produce una sensación de que el emisor es poco competente.

La doctora Ella Glikson, autora del estudio, explicó que "un emoticón sonriente no es lo mismo que una sonrisa verdadera" en el contexto de un email de negocios.

Los científicos descubrieron esto luego de exponer a 549 personas de 29 países a correos de temas laborales, algunos con emoticones felices.

Los resultados demostraron que los que sí tenían emojis no afectaban de manera positiva, sino que quien leía pensaba que el emisor del email era poco competente.

"Un emoticón sonriente reemplaza una sonrisa real solo cuando las personas se conocen. En interacción inicial, mejor evitar usarlos", agrega la Dra. Glikson. Dentro de la categoría entran todas los emojis que demuestran felicidad, ya sea con una sonrisa grande o sugerida.

Para Paloma Correa, psicóloga con mención laboral, depende de qué tipo de empresa se está hablando. "Quizás en una empresa más innovadora y relajada usar emoticones no es poco profesional. Pero sí lo es, si estás en una empresa más conservadora", explicó a hoyxhoy.

A modo general, Correa no recomienda usar emoticones en correos laborales ya que puede ser arriesgado. El receptor puede pensar que es poco serio o fuera de lugar.

El estudio descubrió también que el receptor del correo que incluye un emoji sonriente, sin conocer al remitente, suele pensar que es de género femenino.

Cercano y correcto

Para generar simpatía y confianza a través de una comunicación poco personal como un email, la psicóloga recomienda saludar antes de enfocar la solicitud.

"Usar pronombres más casuales en vez de usted, estimado, etc. Mejor llamarlo por su nombre, por ejemplo", agrega la especialista.

En ciertas ocasiones, se podría usar una exclamación acotada al cerrar el correo. "Pedro, junto con saludar y esperando estés bien, me gustaría pedir tu apoyo enviándome el informe trimestral de (...). Muchas gracias. Saludos!", ejemplifica Correa, enfatizando en que ese signo de exclamación final sería aceptable.

529 personas de 29 países participaron en el estudio desarrollado en Israel.