por álvaro peralta / @dontinto

De un tiempo a esta parte está más que de moda todo lo relacionado con cócteles, tragos y barras. "Mixólogos", les dicen por ahí. Y no crean que es una cosa chilena, ya que viene sonando fuerte -al menos- por todo occidente desde hace un buen rato. Y en buena hora, porque un bar bien provisto de licores y que ofrezca a sus clientes cócteles bien preparados siempre será bienvenido. Ahora bien, cuando estas preparaciones son más forma que fondo estamos en problemas. Y con esto me refiero a esos lugares donde uno pide un gintonic, un negroni o un mojito y la cosa se ve linda, muy decorada y todo; pero deja mucho que desear en su sabor. Y peor aún, tampoco es agradable cuando uno se acerca a una barra y pide el cóctel y el "mixólogo" insiste en que uno tome lo que él quiere (muchas veces una preparación de su autoría). O sea, el mundo al revés.

Pero más allá de estos detalles, me parece muy bien que estemos hablando y preocupándonos de la coctelería. Sin embargo, me parece que antes de ponerse a crear nuevos, sería bueno que -en general- se manejaran bien con los tragos clásicos. Porque salvo el negroni, que ya prácticamente todos lo manejan bien, con el resto la cosa está coja. Y si hablamos de un pisco sour ni hablar, porque encontrar uno realmente bueno en Santiago es casi una quimera. Entonces, el desafío para la coctelería en general y para los "mixólogos" en particular es primero aprender y dominar bien la gama de preparaciones clásicas y luego pasar a hacer lo mismo con los clásicos chilenos como vainas (que va en la receta de hoy), pichunchos, bitters y más. Después, que inventen todo lo que quieran. De paso, les recomiendo el libro Coctelería Criolla, que fue editado a fines del año pasado y que es un buen aperitivo acerca de lo que se toma -y sobre todo tomaba- en diversas barras del país.

- 1 taza de vino añejo

- ¼ taza de oporto

- ¼ taza de licor de cacao

- 1 huevo

- 2 cucharadas de azúcar flor

- Canela en polvo

En el jarro de una licuadora poner una abundante cantidad de cubos de hielo, más o menos hasta llenar la mitad del recipiente.

Luego, agregar los ingredientes del listado en el mismo orden que están enumerados. A continuación, procesar a velocidad media - alta hasta que todo se haya mezclado muy bien y los hielos estén molidos. Finalmente, verter la mezcla en copas delgadas y espolvorear cada una con un poco de canela.

Servir inmediatamente porque la vaina hay que beberla bien fría.

Es sabido que los ciegos pueden identificar los escenarios en los que se encuentran mediante el sonido. Esto, debido a que son más sensibles a la acústica de su entorno y tienen gran capacidad auditiva. Pero ahora, un estudio de la Universidad de Durham (Inglaterra) confirmó que estas personas pueden identificar la ubicación de objetos con alta precisión tan sólo escuchando ecos producidos por el rebote de sonido en elementos. Esta habilidad evita accidentes y podría ser aplicada a la tecnología.

La red social Twitter anunció una nueva función que permitirá destacar y recordar tuits ajenos sin tener que darles like o guardarlos mediante copy-paste o "pantallazos". Se trata de la opción de añadir a una "lista de favoritos", que permitirá a los usuarios volver a leer publicaciones que llamaron su atención cuando les apetezca. Estará disponible para la versión web y la app para celulares.