Leo Riquelme

Seis de la tarde del lunes y, como hacía siempre, Blanca Sáez dejó su casa de la calle Eleuterio Ramírez para ir a comprar el pan. En el camino se encontró con una de las vecinas que la conocía desde pequeña, Norma Muñoz.

"¿Cómo está, señora Blanquita?", contó ayer Norma que le preguntó.

"Aquí ando, un poquito cansada, pero nada más", le habría respondido la mujer de 86 años.

Dos horas y media después, sucedió lo que nadie puede creer aún en la villa ETC de El Bosque. Su marido, José Eduardo Aedo, de 94 años, le disparó y luego hizo lo propio con él mismo. Los cuerpos fueron encontrados por una de sus nietas.

"Estamos investigando un femicidio con posterior suicidio", comentó en el lugar el comisario de la Brigada de Homicidos de la PDI, Eduardo Aros.

La familia y los vecinos no le dieron créditos a tales cargos. Concidieron en que nunca hubo un hecho de violencia familiar entre ellos -lo que ratificó la policía- y detallaron que los ancianos dejaron una carta en que explicaban las causas por las que decidieron suicidarse. Junto a ella habrían dejado el registro del arma inscrita a nombre de la dueña de casa.

En la misiva Eduardo y Blanca decían que habrían estado cansados de vivir y no querían ser una carga para sus seres queridos. Esto, a pesar de que todos destacaron la independencia con que llevaba su vida la pareja, a persar de la edad que tenían.

"Ellos siempre estuvieron acompañados. Los vecinos pueden confirmarlo", respondió ante las dudas su hijo mayor, Jorge Aedo, quien vivía junto a su familia en una casa interior.

"Esta es una historia de amor", comentó la nieta que los encontró, Catalina Aedo.

Según contaron los vecinos, los Aedo Sáez llegaron en 1958 al barrio fundado por la Cooperativa de Trabajadores de la Empresa de Transportes Colectivos (ETC).

Blanca, una reconocida amante del baile, habría estado presentando problemas de memoria y Eduardo tenía dificultades de movilidad. En el sector contaron que siempre iban juntos al consultorio. El último habría sido el lunes en la mañana.

"El otro día hablé con él y me dijo que ya no quería vivir más, porque se ha caído y porque su señora estaba comenzando con demencia. Él era muy ordenado", recordó una vecina.

"Tomaron la decisión de partir juntos, no lo entiendo", posteó en Facebook la nieta Catalina Aedo. "Ustedes eran mi ejemplo de vida, mis segundos papás, con quien creci y me crié al lado... 60 años de matrimonio, 60 años de la historia más linda de amor que he visto en mi vida", agregó.

"Dentro de todo, estamos tranquilos porque están juntos y ninguno tuvo que pasar la pena por la pérdida del otro", comentó más tarde.

el arma usada estaba inscrita a nombre de la dueña de casa. Registro quedó junto a carta explicativa.

la junta de vecinos de la villa ETC dejó este mensaje en su cuenta por el fallecimiento: "Hoy es un día muy triste para nosotros".

Por Paulina Flores

Alejandra Rodríguez. Es egresada de Química y Farmacia y el año pasado cumplió su sueño de trabajar en un laboratorio de cosméticos: "Fue al realizar el seminario de título, pero me llevé una gran decepción. Nada era como lo había imaginado. Advertí malas prácticas, desorden y un trato indigno hacia el personal. Sin embargo, eso no podía frenar mi sueño, entonces preferí cambiar el foco y pensar ¿cómo podía ayudar a cambiar esa situación?, ¿cómo podía contribuir a que más personas entendieran de qué se trataba la cosmética y se conviertan en creadores de productos?".

"Conversando mis dudas con una profesora de la universidad me alentó a escribir para plasmar mis experiencias y recopilar mis formulaciones, con la idea de entregar fórmulas a estudiantes y profesionales que sueñan con desarrollar productos y no cuentan con los medios bibliográficos que guíen su camino. Me di cuenta, además, que si bien había mucha gente interesada en aprender, no había un libro de esa clase en el mercado editorial".

"Así nació 'Formulaciones Cosméticas para Farmacéuticos", libro que contiene 64 fórmulas convencionales que se utilizan en la industria y otras 16 naturales con ingredientes caseros. Incluye los procedimientos de preparación de productos solares, para el rostro, para manos y pies, capilares, etc., además de una descripción de los activos utilizados en las fórmulas, todo expuesto en una forma muy sencilla y didáctica".

"Estoy muy contenta con el resultado. Me llena de orgullo e insta a seguir perseverando en mis propósito. Éste es sólo el comienzo de un largo camino. Estoy convencida de que todos pueden cumplir sus sueños, sólo se trata de creer en uno mismo".

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