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  • "Una amiga quería cortarse el brazo para tener una prótesis como la mía"

    Fundación y grupo de empresas lanzaron campaña para reciclar impresoras y PCs que serán insumo para fabricar extremidades.

    Leo Riquelme

    Martina Villarreal y Gaspar Araos llegan a la oficina de HP y saludan palmoteando y empuñando manos a quien se le acerque. Lo que para la mayoría de las personas sería un gesto común, en sus casos engloba belleza. Ambos tienen 9 años, nacieron con amputaciones congénitas y usan prótesis elaboradas de plástico reciclado, fabricadas por impresoras 3D.

    "Yo tenía un gancho feo y no me gustaba. Me pegaba mucho en el ojo", cuenta Martina, de Villa Alemana. "Yo también tenía un gancho, aunque a mí me gustaba", responde Gaspar, de Cabildo.

    Sus brazos son el resultado de un trabajo liderado por la Fundación Prótesis 3D, creada por tres jóvenes ingenieros civiles industriales que siempre se sintieron atraídos por el voluntariado, algo que formalizaron cuando vieron en Youtube el video de una niña emocionada hasta las lágrimas al recibir una extremidad hecha en una impresora 3D. Con el sueldo que ganaban se compraron su primer equipo, el que aprendieron a usar mirando tutoriales. Hoy ya han ayudado a unas 50 personas entre Antofagasta y Osorno.

    "Más de 10 mil personas en Chile necesitan prótesis y el 90% no tiene acceso a una", cuenta Luis Retamales.

    Cada una de las elaboradas por la fundación son a medida y cuestan $500 mil, lo que considera la evaluación, fabricación, rehabilitamiento y seguimiento de los casos.

    "Cuando partimos creíamos que porque queríamos ayudar a la gente las empresas nos iban a apoyar, pero no ha sido así. Es muy difícil levantar recursos", agrega Daniela Retamales.

    "Hay puertas que se cierran porque nosotros somos de Viña del Mar y las empresas siempre miran a Santiago", se lamenta Omar Toro.

    Ahora estrategia

    Pero la iniciativa de la fundación llamó la atención de HP, una de las compañías tecnológicas líderes del mundo. Así, formó una alianza con Reciclapp, un emprendimiento chileno que hoy es una de las pocas firmas autorizadas para hacer el reciclaje de hardware tecnológico en el país.

    El consorcio en octubre realizó una campaña para reciclar impresoras, la que permitió que dos niños recibieran sus prótesis. Esto, considerando que con 300 equipos se logra la materia prima para chipear y obtener un tipo de plástico llamado ABS, que posibilita fabricar una mano.

    "Ahora esperamos reciclar miles de impresoras y computadoras", se traza como meta el gerente general de HP Cono Sur, Adrian Ali.

    Para conseguirlo el programa se alió con Falabella, Paris, Ripley, PC Factory, que junto a las HP Store ofrecerán en sus tiendas 42 puntos de recepción de notebooks, PCs, impresoras, cables, accesorios y suministros de cualquier marca que ya no se utilicen, a fin de reciclarlos.

    Ali comenta que a diferencia de lo sucedido el año pasado, la iniciativa dejó de ser una campaña para transformarse en una estrategia de la compañía.

    "Queremos reducir nuestro impacto ambiental y ayudar las comunidades en que estamos presentes (...) Cuando vimos los primeros resultados fue tremendamente gratificante. Poder ir más allá de comercializar productos es realmente emocionante", asegura el ejecutivo.

    Ese mismo entusiasmo es el que demuestra Martina con su colorida prótesis. Aunque reconoce que la ha roto varias veces -lo que ha obligado a la fundación a buscar formas para mejorar el trabajo-, asegura que "ama" su mano de plástico y es la envidia de su entorno.

    "Cada vez las hacen mejores para mí. En mi curso a todos les gusta, incluso una amiga quería cortarse el brazo para tener una prótesis como la mía", dice feliz.

    42 puntos De reciclaje tendrá la campaña: las tiendas HP Store, Falabella, Paris, Ripley y PC Factory.

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