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  • San Clemente: de ruta hacia los ovnis

    Desde Talca hacia la cordillera de los Andes, cuando los caminos pierden su pavimento, se forma una ruta ufológica que va desde esta comuna hacia Vilches, uno de los sitios con los cielos más nítidos para observar objetos voladores no identificados.

    Darío Piña

    Esta es la historia del pueblo con más avistamientos de ovnis de Chile. Esta es la historia de San Clemente, una localidad cuyos habitantes, a primeras, niegan la existencia de cosas raras o de "esas boberías que inventa la municipalidad para atraer gente y ganar votos".

    San Clemente, ubicado a unos 280 kilómetros de Santiago, transcurre con la calma de toda comunidad pequeña: tiene una calle principal con transeúntes haciendo trámites, con más minimarkets que supermercados, con silenciosos pasajes interiores y pausados ciclistas que saludan y pedalean hasta perderse en el verdoso campo cordillerano con olor a invierno. Es que aquí la mayoría se conoce o ha tenido alguna anécdota que los ha unido o que de seguro los unirá en alguna historia que los años en San Clemente se encargarán de cumplir.

    Tras recibir el té le pregunto si ha oído algo de los ovnis. La vendedora no responde y solo me señala que en la Cámara de Turismo saben de esas cosas. Allí su director, Andrés Amaro, me explica el pendón de un ovni recomendando la "ruta ufológica", que da la bienvenida a la sede. Me cuenta cómo hace más de una década la Municipalidad ha potenciado que San Clemente, junto a los sectores aledaños de Vilches, Colbún y el Enladrillado, tenga más sintonía con los turistas que viajan en busca de avistamientos. "Es una forma de potenciar la economía local: hemos realizado encuentros a los que han venido Salfate, el doctor Files y José Gevaero, editor de la revista UFO, para convencer a la gente sobre el negocio turístico que esto puede traer", comenta.

    Le pregunto de una vez por todas si ha visto ovnis. Sonríe y recuerda: "Una noche, cerca de Colbún, caminábamos con algunos amigos y vimos unas luces que se nos acercaron desde el cielo. Andábamos con linternas y les hicimos cambios de luces para ver si algo pasaba, mientras el resto corrió a encerrarse en las carpas. De repente, todo volvió a estar oscuro".

    Camino a la cordillera

    Andrés me recomienda subir hasta Vilches, el sector más "caliente" al respecto. Ubicado a unos 40 kilómetros de San Clemente en dirección hacia la cordillera, el camino cruza cientos de hectáreas pobladas con vacas y caballos, avanza por puentes que le hacen el quite al caudal del río Lircay y se empina finalmente en las cuestas que permiten la vista de vegetación abundante, cabañas, campings y montañas nevadas que acompañan la ruta. Una vez en Vilches, aparecen solo algunas casas de madera que sirven para alojarse y uno que otro almacén para quitar el hambre. Desde allí, se recorren unos tres kilómetros a pie y se llega a la Reserva Nacional Altos de Lircay, lugar que por estas fechas, y hasta septiembre más o menos, está prácticamente nevado.

    Mientras los vehículos apagan sus motores, los niños se lanzan bolas de nieve y las chimeneas encendidas delatan la presencia de turistas. Don Félix, sentado en una silla plástica a la orilla del camino, observa el peregrinaje de gente por los raulíes, laureles y canelos que conforman la reserva. Le converso del clima, de lo soleado aunque helado que está el día. De lo nítido que es aquí el cielo y sobre a qué tan arriba estaremos desde el nivel del mar. "Lo suficiente para ver ovnis", sentencia al fin, tras una hora de conversación intrascendente. "Decirte que he visto más de 50 objetos voladores es poco. Una vez estaba ayudando a construir una cabaña cuando se posó, como a unos 40 metros de altura, una luz destellante que se mantenía quieta. Estaba ahí, como mirándonos". Toma una pausa y dice: "Y ahí me pregunté: ¿por qué deberíamos buscarlos si ellos no lo han hecho con nosotros?". Desde la Municipalidad, le cuento, quieren hacerlo. "Todo es plata", concluye, y me invita a conocer sus cabañas por si algún día quiero volver. Hay camarotes, cojines de ovnis y uno que otro reportaje enmarcado que la prensa ufológica ha hecho del lugar. Me devuelvo, finalmente, hacia la Ruta 5 Sur con la vista pegada al techo del parabrisas y esperando que algo pase.

    "Hemos realizado encuentros a los que han venido Salfate, el doctor Files y José Gevaero.

    andrés amaro, dir. cámara de turismo"


    Cómo llegar a San Clemente

    Para llegar a la localidad de San Clemente, se debe tomar la Ruta 5 Sur en dirección hacia la ciudad de Talca -Región del Maule-, la cual está a aproximadamente tres horas de distancia de Santiago. Una vez allí, lo que hay que hacer es doblar hacia la ruta que va a la Cordillera de los Andes; tras recorrer alrededor de 20 kilómetros se llegará a la comuna de San Clemente, lugar que cuenta con un servicio de micros que suben hasta el sector de Vilches y también a la Reserva Nacional Altos de Lircay.


    Más allá de los ovnis...

    Entre las otras actividades que se pueden realizar por el sector, destacan los paseos a caballo, trekking por los cerros cercanos, pesca en la laguna del Maule, practicar kayak en el lago Colbún o visitar el volcán Descabezado, cuya extensión es aproximadamente de 35 kilómetros y tiene una duración de paseo de 4 a 5 días, dependiendo del nivel de exigencia; los últimos 8 kilómetros son de ascenso desde los valles termales del blanquillo.

    40.000 habitantes, aproximadamente, viven en la comuna de San Clemente.

    121,6 kilómetros cuadrados posee la Reserva Nacional Altos de Lircay.

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