El Senado de Brasil aprobó ayer por abrumadora mayoría enjuiciar a la suspendida Presidenta Dilma Rousseff, dando un paso más hacia su destitución y poniendo de manifiesto su incapacidad para lograr un cambio de opinión entre los legisladores del país.

Tras 15 horas de debate, 50 parlamentarios votaron a favor y 21 en contra por la violación de leyes fiscales en su manejo del presupuesto federal de los años 2014 y 2015. Fue el último paso antes de un juicio político y voto sobre su destitución, previstos para las próximas semanas.

"Nadie puede cometer delitos con impunidad", afirmó el senador Aecio Neves, uno de los que planteó la destitución de Rousseff.

El resultado era esperado porque ya en mayo el Senado había respaldado impugnarla y suspenderla de su cargo por hasta 180 días, mientras se preparaba el juicio.

La destitución necesitaba una mayoría simple, pero logró un respaldo aún más amplio que el mayor quórum establecido en la legislación brasileña, que considera al menos 54 votos.

El resultado dejó en evidencia la impericia que ha tenido el lobby de Rousseff en el Congreso, y demuestra su cada vez más alicaído poder en la política local.

"Esta no es una situación fácil", dijo José Eduardo Cardozo, quien fue secretario de Justicia del gobierno de Rousseff y está a cargo de su defensa, tras la votación en la capital, Brasilia. Cardozo evalúa apelar a la Corte Suprema y cree que algunos senadores que votaron en favor de enjuiciarla podrían cambiar de decisión.

La candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, acusó ayer que su rival republicano Donald Trump "cruzó la línea" cuando sugirió que los portadores de armas podrían enfrentarla en su carrera a la Casa Blanca, lo que fue considerado como una incitación a la violencia. "Las palabras importan, y si uno está en campaña para ser Presidente de Estados Unidos las palabras pueden tener consecuencias tremendas", dijo la ex senadora. Trump afirmó que sólo llamó a los promotores de armas a hacerse escuchar en las urnas.

Una salida masiva de senadores oficialistas se produjo en el Congreso de Paraguay durante la interpelación del ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, por la sequía en el río Pilcomayo, la peor en 19 años. La estampida ocurrió cuando el senador Eduardo Petta le consultó por la gran cantidad de yacarés muertos y sacó un ejemplar de juguete. La exhibición molestó al oficialismo, que abandonó la sala y provocó la suspensión de la audiencia por falta de quórum.

Un incendio provocado presumiblemente por una falla eléctrica provocó la muerte de al menos trece bebés en el hospital de Yarmouk, en el oeste de Bagdad, en Irak. El hecho causó la indignación de los padres, que responsabilizaban al gobierno de lo sucedido. En el ala de maternidad, equipos forenses con máscaras y guantes buscaban ayer entre los escombros y muebles calcinados, por si aparecían más cadáveres. Unos siete menores y 29 madres fueron trasladadas a otro recinto.