publicidad
  • Elecciones en EE.UU: hoy termina un proceso polarizado pero que no se expresó en la calle

    Los encendidos discursos de Donald Trump y Hillary Clinton remecieron la política de la principal democracia del mundo, aunque la población local vibró mucho menos que los analistas y los medios. Últimas encuestas le daban ventaja a la candidata demócrata.

    Guido Rodríguez Avilés - Desde Washington y Oklahoma

    Azul y rojo son colores que predominan en la bandera de Estados Unidos, pero que también los que marcan la diferencia entre los estados considerados demócratas y los republicanos con miras a la votación de hoy, en la campaña más controvertida que ha registrado el país en sus últimas décadas.

    En Washington y Oklahoma, dos territorios que se encuentran en las antípodas por representar a una población demócrata (azul) y republicana (rojo), respectivamente, el entusiasmo no se expresa en las calles ni en el ánimo de la gente.

    Ni Hillary Clinton ni Donald Trump motivan como lo hizo Barack Obama en 2008 con su "Yes, we can" ("Sí, se puede"). Menos lo hacen los otros contendores: Gary Johnson, un candidato libertario; Jill Stein, del Partido Verde; y el independiente Evan McMullin.

    En EE.UU. la elección presidencial es indirecta, por medio de un mecanismo creado en 1787 y que refleja el sistema federal de gobierno. Así, los ciudadanos en las urnas indicarán con su preferencia por quién deben votar los integrantes del Colegio Electoral en las presidenciales. En la actualidad existen 538 votos electorales, que representan la suma de los 100 senadores, 435 integrantes de la Cámara de Representantes y tres legisladores correspondientes al Distrito de Columbia.

    Además, se renueva la Cámara de los Representantes (un símil de los diputados de Chile, con 435 escaños) y un tercio del Senado (34 de 100), ambas bajo control republicano. Adicionalmente, en cada uno de los 50 estados se elegirá a la mayoría de los integrantes de los parlamentos locales; habrá comicios para elegir jueces supremos estatales; y "preguntas estatales", que son plebiscitos donde la ciudadanía decide sobre posibles reformas locales.

    a golpes

    "Luego de que los candidatos son designados, cualquier golpe es justificado si deja mareado al enemigo político". Con esta frase, el político y pensador cubano José Martí describía la elección presidencial estadounidense de 1884, cuando Grover Cleveland superó por estrecho margen al republicano James G. Blaine, en una campaña marcada por los insultos y ataques personales.

    Ciento treinta y dos años después, es el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, quien la cita ante 80 periodistas extranjeros para evidenciar que la tensión no es tan inusual como se cree en un país que se precia de tener la democracia más consolidada del mundo.

    Con todo, es un hecho que hoy se cierra uno de los capítulos más singulares de la política norteamericana, particularmente por el bajo nivel de popularidad de los candidatos y las declaraciones de Donald Trump.

    "Nunca he visto un ambiente tan furioso y racista como el que se ha visto en la presente campaña", dijo a este medio Keith Gaddie, profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Oklahoma y columnista de The Huffington Post.

    "Es decepcionante cómo se expresa el nacionalismo norteamericano, que ve conflictos con todo el que no se parezca. Es un temor a lo desconocido y al cambio", agregó.

    Para Gaddie, una clave de la elección de hoy estará en lo que ocurra en Florida, un estado considerado oscilante en sus preferencias y donde por su gran cantidad de votantes (8,5 millones votaron en 2012) cuenta con 29 votos electorales. "El 70% de los floridanos ya ha votado anticipadamente (varios estados permiten esta opción) y se ha redoblado la participación de latinos. Florida es el estado de cambio que garantizará que Hillary Clinton gane estas elecciones", opinó.

    Más allá de los pronósticos, las señales de la desafección son claras. Por ejemplo, en la capital Washington la semana pasada era difícil encontrar indicios de la cercanía de la elección. De hecho, en restaurantes y bares el tema central de conversación seguía siendo el triunfo de los Cubs de Chicago en la Liga Mundial de Béisbol y la estrecha derrota de los Washington Wizards ante los Orlando Magic, en la NBA.

    Rojo entre rojos

    Un temblor de magnitud 5.3º sacudió Oklahoma -en el centro sur del país- a las 19.44 del domingo provocó que en Twitter se hiciera una analogía con el "terremoto" que significaría que Trump no ganara en el que es considerado como "el más rojo de los estados rojos", es decir, el bastión republicano. De hecho, en 2008 y en 2012 Obama no pasó del 30% de la votación en este Estado.

    Oklahoma es el estado con el mayor per cápita de ejecuciones legales del país. Entre 1915 y 2014 se aplió la pena de muerte a 191 hombres y tres mujeres, 111 de ellos a través de inyecciones letales.

    En las elecciones en ese estado se consultará a la población sobre la posibilidad de aplicar nuevos métodos de ejecución; y también sobre la inclusión de más duras regulaciones a la actividad agropecuaria, lo que se ha propiciado por el debate entre productores y grupos ambientalistas.

    Estas son algunas de las preguntas que dejan en clara evidencia a un sistema político altamente descentralizado, el cual tiene su origen en las 13 colonias que en julio de 1776 decidieron firmar la Independencia, en medio de la guerra con el Reino Unido de Gran Bretaña.

    "Una de las ventajas del sistema federal es que se puede experimentar con muchas soluciones a nivel local, que luego pueden aplicarse en otros estados y la elección es también la oportunidad de hacer parte de esas decisiones a la ciudadanía", explica el diplomático Edwin Corr, quien fue embajador en países como Perú, Bolivia y El Salvador.

    Hoy se sabrá también si los estadounidenses en general optarán por experimentar, en el caso de las presidenciales, por un camino distinto -el que ofrece Trump con la idea de ofrecer un "nuevo liderazgo" más allá del establishment- o si optarán por Hilary Clinton, la candidata de la continuidad demócrata en la Casa Blanca.

    Wall street y clinton

    Los principales indicadores financieros de Wall Street cerraron ayer con alzas superiores al 2%, alentados por un mercado que reaccionó con optimismo ante las últimas encuestas que incrementaron las posibilidades de un triunfo de la candidata demócrata Hillary Clinton, sobre el republicano Donald Trump. Otro elemento que favoreció a la ex secretaria de Estado fue el cierre durante el fin de semana de la investigación del FBI por el uso de correos privados cuando era autoridad de gobierno. Ambos candidatos anoche protagonizaron maratónicas jornadas para emitir sus discursos de cierre de campaña. Anoche se aguardaba que Clinton lo hiciera en Carolina del Norte junto a artistas como Bon Jovi y Lady Gaga; y lo propio haría Trump en Michigan.

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32