periodista deportiva

En el entretiempo pensaba hablar sobre el regalo que era jugar con tanta tranquilidad, ganando 3-0 antes de la media hora, frente a un rival que había ofrecido poco desafío y resistencia. Pero la belleza del fútbol es que todo lo que uno ve y piensa en un minuto, puede cambiar completamente al otro.

Si hay algo que celebro de Venezuela es que, a pesar del 3-0, no se desarmó. Por el contrario, en el complemento creció en fútbol, velocidad, presión y llegadas. Con sólo seis puntos al fondo de la tabla, no es que estén jugándose la clasificación… es pura dignidad deportiva.

Venezuela no sólo descontó, sino que anotó otro que no fue validado porque la pelota después de rebotar adentro, volvió a la cancha y todo siguió como si nada. Nadie reclamó. Tampoco se pusieron a pegar. Siguieron intentando. Más admirable aún.

Hubo un momento, antes de la entrada de Valdivia, en el que Alexis se vistió del "10" que añoramos, entregando perfectos y profundos pases al pie de Vidal y Paredes, generando al menos cinco ocasiones clarísimas en pocos minutos. Ninguna entró. Vargas también tuvo las suyas, pero parece que su frustración sólo lo aleja más del gol.

Y eso, sin contar que Alexis le pidió a Vidal ejecutar el penal y lo perdió. No es exagerado decir que Chile pudo haber ganado 6 ó 7 a cero. Y por cada gol perdido, Venezuela creaba más peligro, especialmente en la velocidad de su contragolpe. Chile se vio superado y no pudo más que resistir. ¡Si al final Pizzi terminó jugando con Carmona y Paulo Díaz! Eso resume todo.

Lo que uno trata de entender es por qué, justo en el momento en el que Alexis había tomado magistralmente el control creativo del ataque, Pizzi decide hacer entrar a Valdivia. Además no en lugar de un Vargas estéril en sus intentos, sino de Paredes que había anotado dos veces.

Mi sensación es que pensó que, por ir ganando 3-0, había libertad suficiente para darles el gusto a los hinchas y a parte del periodismo. Lamentablemente, la apuesta no resultó y la claridad que el ataque había tenido, incluso con las ocasiones perdidas, realmente se diluyó.

Si uno lo piensa, es curioso estar hablando con frustración de una victoria 3-1 porque, después del 3-0, vimos real la posibilidad de arrasar a Venezuela y terminamos sufriendo. Pero seamos justos y prácticos: después de Argentina, Chile estaba fuera del Mundial y ahora volvió a clasificación directa en una tabla apretadísima, en la que aún gozamos de autodependencia y tranquilidad para pensar con ilusión en la próxima aventura: Copa Confederaciones.

"Mi sensación es que (Pizzi) pensó que había libertad suficiente para darles el gusto a los hinchas y a parte del periodismo. Lamentablemente, la apuesta no resultó."

Nicolás Labra G.

En la cancha, para algunos jugadores de la Selección como Alexis Sánchez y Arturo Vidal, lo de ayer fue farra imperdonable. Para el público también, pero para Juan Antonio Pizzi no.

Macanudo, por el contrario, se mostró algo molesto por los cuestionamientos y resaltó el extraordinario caudal ofensivo que tuvieron. "Había que ganarlo así, siendo superior al rival y generando muchas situaciones de gol. Todo lo que había que hacer en el fútbol lo hicimos. Que después el desarrollo cambiara es otro paso", declaró.

Pese a que Venezuela controló en una parte del segundo lapso a Chile, la exposición de la defensa era algo a lo que el equipo se arriesga en cada partido. "Nuestra intención de generar opciones en todos los aspectos sólo se genera poniendo gente en labores ofensivos. Eso te hace correr riesgos que, por lo que hemos hecho, los asumimos".

Para él también fue un sufrimiento excesivo lo que ocurrió cuando la Vinotinto anotó su descuento. "En ningún momento creo que merecíamos haber terminado con la incertidumbre. Tuvimos situaciones en el segundo tiempo para haber definido", agregó.

Loas individuales

Como pocas veces, Pizzi entregó alabanzas a jugadores particulares. Sobre Charles Aránguiz fue generoso por su capacidad física. "El despliegue que tiene es asombroso. Cada vez corre más, llega a situaciones de gol, va a presionar, da asistencias. Es un jugador completísimo".

Esteban Paredes también tuvo un cariño de parte del DT: "El momento de Esteban y la confianza que tiene hacía presagiar que iba a transmitir esa confianza".

Claudio Bravo, por su parte, minimizó las chances perdidas y valoró el triunfo que deja a la Roja cuarto con 23 puntos. "Nos creamos un sinnúmero de ocasiones. Pero nos vamos con esa sensación de triunfo, era lo que queríamos. Creo que el volumen de ocasiones se genera porque el equipo juega muy bien. Eso es lo rescatable".

dedicatoria de pizzi El entrenador aprovechó de dedicar el triunfo a todos los afectados por los incendios.

se salvaron Ningún jugador de la Roja quedó suspendido para el próximo duelo ante Paraguay.

Podrían haber sido 10 goles. La impericia frente al arco venezolano fue una tónica en el segundo tiempo en el Monumental, donde destacaron los cuatro "casi goles" de Arturo Vidal: primero un remate a las 48', después en el minuto 50 sólo en el área chica, a los 52' un tiro suyo se fue elevado y, en el minuto 55 otro casi gol en inmejorable posición para batir al arquero Wuilker Faríñez, convirtió todo en una farra. En total, fueron una decena de ocasiones claras que Chile pudo haber convertido, ya sea con tiros de fuera del área o jugadas en plena área Vinotinto. Ante eso, Vidal fue autocrítico con su desempeño. "No me puedo perder esos cuatro goles. Hace 15 días no jugaba y me pasó la cuenta. Las mías fueron claras y más el penal que tuvimos. Debemos mejorar eso, porque haciéndolo seremos superiores al rival", analizó el Rey Arturo.

Con sus dos anotaciones de ayer, Esteban Paredes entró a la historia como el jugador más veterano en anotar en un partido oficial con la Selección Chilena. El 'Tanque' lo logró con 36 años, siete meses y 27 días, superando a Carlos Caszely, quien con 34 años era el más longevo en ese registro. "Uno conoce la cancha y eso te ayuda un poco más, pero sin mis compañeros no lo hubiera logrado", dijo el artillero. Para cerrar su tarde dorada, fue reemplazado bajo una ovación por Jorge Valdivia.