por álvaro peralta / @dontinto

Hace muchos años las paltas solían aparecer hacia fines del mes de marzo y permanecer durante varias semanas en el mercado hasta que -junto al avance del otoño- prácticamente desaparecían. Como suele ocurrir con los productos estacionales, las paltas irrumpían con altos precios y luego iban bajando hasta simplemente acabarse. Pero las cosas han cambiado en los últimos quince a veinte años, y bastante.

Primeramente, la variedad de paltas. Antes sólo teníamos esas hilachentas paltas como la Negra de la Cruz y nada más. Ahora tenemos también las variedades Fuerte, Edranol y la reina Hass; las que sin hilos, mejor sabor y más carne por fruto la verdad es que le cambiaron la cara a nuestro consumo de palta.

Además, gracias a la plantación de paltos en distintos puntos del país -más las mejoras en los procesos de refrigeración- y la importación de palta peruana durante el invierno, lo cierto es que actualmente en ferias y supermercados podemos encontrar paltas los 12 meses del año. Lamentablemente esta abundancia de palta en el calendario no se ha traducido en bajos precios, porque prácticamente todo el año la palta es cara. Y en ciertos momentos, extremadamente cara. Aún así, los chilenos nunca dejamos de consumirla. Obviamente, hay meses en que la gente las compra de una o dos, pero la verdad es que -salvo que las finanzas anden en extremo mal- en las casas chilenas siempre habrá una palta dando vueltas por ahí.

Pero no crean que la locura de precios por las paltas es una cosa exclusivamente chilena. Es que como esta fruta es tan cotizada en el mundo (de hecho la mayoría de nuestras paltas son exportadas a otros países), suele tener precios bastante altos. Como en España, donde el kilo de palta actualmente está por sobre los seis euros y en zonas donde se cultivan éstas, como en las inmediaciones de Valencia, se ha sabido no sólo del robo de paltas de las plantaciones si no que también de los mismos paltos, ¿qué tal? Al final, lo que pasa es que hay una sobredemanda por paltas en buena parte del mundo. Por lo mismo, así están los precios.

¿Qué hacer entonces? Por de pronto, aprovechar las paltas cuando las podamos comprar y prepararlas bien. Con una marraqueta tostada, rellenas de camarones, en un buen sándwich de lomo de chancho o -por qué no- con tallarines, ajo, cilantro y queso. ¿No me cree? Vea la siguiente receta.

"Lamentablemente esta abundancia de palta en el calendario no se ha traducido en bajos precios."

Distintos puntos de maduración

La palta es delicada. Por lo mismo, lo mejor es comprarlas con distintos puntos de maduración e ir esperando -conservándolas a temperatura ambiente- en casa cuando estén en su mejor momento para ser consumidas.

(Para 4 personas)

- 1 paquete de tallarines (400 g)

- 2 paltas (Hass) maduras

- 1 diente de ajo

- ¼ de atado de cilantro

- sal, pimienta, aceite de oliva y queso rallado

1En una olla grande poner agua fría a hervir. Una vez que esté lista, agregar un poco de sal y luego los tallarines. Dejar la olla destapada, el fuego más bien bajo e ir revolviendo de tanto en tanto con una cuchara de madera hasta que la pasta esté en su punto (guiarse por el tiempo de cocción indicado en el envoltorio).

2Mientras tanto, pelar las paltas, picarlas en cuadros lo más pequeños posible y reservar.

3Luego, picar finamente el cilantro, lo mismo con el ajo y también reservar. Una vez que la pasta esté lista, escurrir y poner en una fuente. Inmediatamente después agregar la palta, más el cilantro y el ajo picados.

4Salpimentar, agregar también unabuena cantidad de queso rallado (el que prefieran) y revolver muy bien. Servir inmediatamente con un generoso chorro de aceite de oliva encima de cada plato.

La receta de hoy | Tallarín palta