Felipe Gómez

La Fiscalía Oriente logró ayer, en la duodécima sala de la Corte de Apelaciones, revocar la libertad de María Eugenia Viteri (68), imputada por cuasidelito de lesiones graves gravísimas, tras atropellar con su furgón escolar el pasado 19 de junio a una niña de siete años en Ñuñoa. Por estos delitos, la mujer arriesga penas que van desde los 61 días a los tres años y un día. Pero eso no es todo. También se le imputa otro hecho que está contemplado en la Ley Emilia y que incluye penas mayores: haber huido del lugar sin prestar auxilio a la víctima, delito por el cual arriesga de tres a cinco años y un día de presidio (con al menos uno de pena efectiva).

Argumentos

Durante su alegato, la abogada asesora de la Fiscalía Oriente, Cristina Bernedo, explicó que el Ministerio Público "estima que hay un peligro para la seguridad de la sociedad, de la investigación y peligro de fuga". Argumentos basados en que la imputada cambió de domicilio sin notificar al tribunal y tardó tres días en presentarse ante la justicia después de que se decretó su prisión preventiva el 1 de julio, resolución que había sido anulada porque el abogado defensor no había sido notificado. Por esto, la Corte de Apelaciones decidió modificar las medidas cautelares de arraigo nacional y prohibición de conducir, y decretó la prisión preventiva por peligro para las diligencias investigativas. Tras el alegato, Bernedo manifestó conformidad por la decisión de la Corte al restituir la prisión preventiva para Viteri.

"La Corte confirmó lo que ya había resuelto el sábado en cuanto a que la libertad de la imputada constituía un peligro para el éxito de las investigaciones porque efectivamente había instado a los menores de edad (pasajeros del furgón cuando ocurrió el atropello) a ocultar información", explicó la abogada. La defensa de Viteri dijo que "consideramos que (la decisión) es desproporcionada, porque tiene 68 años y carece de antecedentes. Ella nunca quiso hacer daño, por lo que seguimos pensando que fue un accidente".

reconocimiento Durante la audiencia la defensa de Viteri reconoció que la mujer sabía del atropello.

lesiones La menor atropellada se encuentra inconsciente y con diversas fracturas tras ser arrastrada por el furgón.

acusación La fiscalía dice que la imputada advirtió a los niños del furgón: "Esto es un secreto".

Un símbolo radiactivo impreso en una caja amarilla de origen desconocido. Eso fue lo que alertó a los vecinos de unos blocks de departamentos en Quilicura, quienes dieron aviso a Carabineros, activando así un protocolo de emergencias.

"Por medidas de seguridad y protocolo se cerró el lugar y se restringió el acceso a personas y vehículos a la espera de la unidad especializada de Carabineros", explicó el teniente Felipe Hidalgo de la prefectura Santiago Norte.

Las pericias del GOPE comprobaron que el artefacto era un densímetro nuclear, un equipo utilizado por empresas que realizan obras viales, la que permite medir la humedad y densidad de suelos, bases, hormigón y hormigón asfáltico.

Según el uniformado, el equipo podría corresponder al denunciado por la empresa Icafal, cuyo densímetro fue robado el 13 de junio en esa comuna. Aquella vez, desde la Seremi de Salud de la RM advirtieron que el equipo tenía dos fuentes radioactivas selladas, que de ser abiertas podrían ser muy "peligrosas para la vida humana y nocivo para el ambiente".

Sin embargo, el GOPE determinó que el artefacto encontrado estaba en perfectas condiciones y puede que los delincuentes lo hayan abandonado al no saber usarlo. Tras contactarse con la Seremi se descartó la evacuación de los vecinos.