A diario, y debido a la función que ejerzo, estoy en contacto con muchos extranjeros que buscan construir en Chile su nueva patria, debido a que una de las obligaciones de los gobernadores es aplicar en sus provincias las disposiciones legales sobre extranjería.

En la Provincia de Maipo ha aumentado en los últimos años la llegada de migrantes. Por ejemplo, pasamos de 800 solicitudes de residencia temporal en 2013 a más 3.600 durante 2015, y parte importante de dichas peticiones proviene de Haití. Y todas esas personas ansían una oportunidad y trabajan duro para lograrla.

La riqueza de una nación se acrecienta con el aporte de los extranjeros, por eso en nuestro territorio -formado por las comunas de San Bernardo, Buin, Paine y Calera de Tango- hay un trabajo incipiente pero constante con ellos.

Mucha gente no asume que desde hace dos décadas Chile es una sociedad en la que la migración juega un rol importante. Se calcula que hoy tenemos poco más de 630 mil extranjeros afincados en todo el país. Y de ellos, 400 mil viven en la Región Metropolitana. Los países que más aportan a este flujo migratorio en orden de magnitud de personas son Perú, Colombia, Ecuador, Argentina, Haití, Venezuela y Bolivia. Un dato muy interesante es que los migrantes tienen en promedio casi dos años más de escolaridad que el chileno promedio, pero en muchos casos se encuentran subempleados. Un chileno muestra un promedio de 10,7 años de estudios, mientras que los extranjeros presentan una cifra de 12,6 años.

Se puede discutir mucho acerca de si los años de escolaridad son un indicador de desarrollo en sí mismo o sólo son un insumo para el desarrollo. Pero lo que no puede estar en discusión es el aporte que los extranjeros hacen en sectores clave.

Como muestras, dos ejemplos: son en buena medida extranjeros quienes suplen la escasez de médicos en los centros de atención primaria, y son extranjeros también quienes permiten mover la agricultura en la Provincia del Maipo, lo que genera un flujo de actividades anexas que permiten mejorar la actividad económica en general al activarse sectores como el comercio, el transporte, los servicios financieros y las exportaciones, entre otros. Sin embargo, nuestra mayor preocupación -tanto en noviembre de 2015 como junio de 2016- tiene que ver en cómo abordamos los derechos de estos nuevos habitantes de nuestro país, informándoles de sus derechos en los ámbitos de la salud, la educación, el trabajo y la ley.

Si abordamos con ahínco esta tarea, podemos mejorar las condiciones de vida no sólo de este grupo en particular, sino que de toda la población en nuestra Provincia y en el país. Todo lo anterior nos debe hacer reflexionar y apreciar el tremendo aporte que nuestros nuevos hermanos le entregan a Chile.

"Un chileno muestra un promedio de 10,7 años de estudios, mientras que los extranjeros presentan una cifra de 12,6 años.

Gustavo M. Escobar

gobernador provincia de maipo

Por Paulina Flores

Marco Alfaro. Hace 18 años que trabaja como guardia en la Bolsa de Comercio. Su labor principal es apretar un botón rojo de control, que abre la puerta principal del edificio para 500 personas que trabajan fijo y que entran y salen cada minuto. Los corredores jóvenes visten casual, en cambio él, usa un terno oscuro impecable. Cuenta que ha visto a muchos salir llorando por pérdidas de dinero. Y a otros tantos con la sonrisa de oreja a oreja. "Aquí mucha gente anda con miedo por la crisis y no quieren invertir. Pero para mí, el que tiene plata puede arriesgarse tranquilo, el que no, tiene que cuidarse". Una vez quiso probar él mismo cómo era y se aventuró a comprar acciones. Pidió consejo a los corredores y estudió el boletín bursátil. Decidió apostar por ELC, de rubro eléctrico. Al principio perdió, pero logró recuperarse. Cuando sus hijos entraron a estudiar, dejó de invertir. Vive con ellos y su esposa en Maipú. Los turnos de la bolsa son variados, pero una cosa es fija en su rutina diaria: ver las teleseries árabes antes de dormir: "Empecé con la Sherezade y ahí no paré". Lo que más le impresiona es que existan hombres más machistas que los chilenos. Otra cosa que no se pierde son los partidos del Colo-Colo por el cable. Ni los de los chilenos que juegan en el extranjero. Si puede, pasa todo el fin de semana viendo los del Barcelona, el Arsenal, la Juventus o el Inter de Milán. Tampoco se pierde los conciertos de Silvio Rodríguez, su trovador favorito. Su sueño es llegar a viejo con una buena jubilación, una que le entregue tranquilidad y que quizás, quién sabe, le permita volver a meterse en el juego de la compra y la venta otra vez.

nombre: marco alfaro | edad: 49 años | ocupación: guardia de seguridad

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"Mucha gente anda con miedo por la crisis y no quieren invertir. Para mí, el que tiene plata puede arriesgarse

marco alfaro

La palabra jubiliación, etimológicamente, se desprende del vocablo latín "iubulare", que se traduce más o menos como "gritar de alegría". En Chile, sin embargo, el momento de la jubilación de una persona que concluye su etapa laboral es más bien sinónimo de tristeza y preocupación. Sucede que mi padre, después de trabajar toda su vida, sin haber tenido lagunas previsionales, comenzó a recibir una pensión que apenas se empina por sobre los $250 mil. Con ese dinero, él deberá postergar el descanso que había planificado para sus días de retiro y deberá seguir trabajando para intentar seguir viviendo de la manera más digna posible. Lo más lamentable, es que la historia de mi padre no es un caso aislado, sino la norma de un modelo económico depredador al que no le interesa en absoluto la vida de la gente.

Eduardo González

Este domingo se conmemorará el Día del Bibliotecario en nuestro país, una buena oportunidad para recordar que la lectura es la puerta de entrada a un mundo mágico, donde las aventuras no tienen límite y la imaginación reina en la mente del lector. En los niños desarrollar el gusto por leer debiera hacerse desde la primera infancia, e incluso hay quienes recomiendan que la madre lo haga mientras su hijo está en el vientre. Si lo que queremos es que ellos disfruten leyendo, entonces debemos asociarlo con un momento lúdico, con un juego, con un espacio para pasarlo bien. Lamentablemente, en Chile los libros pagan altos impuestos, pero también podemos adquirir textos usados en muy buenas condiciones. Lo fundamental, es generar en los niños una apertura al mágico mundo de la lectura.

María Hilda Ramos

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