• Ola de inmigración africana tiene en alerta a toda Europa

    Tres emergencias navieras, con decenas de muertos, se produjeron ayer en esa zona y se sumaron al hundimiento de un bote el sábado, que aún mantiene a 700 desaparecidos.

    Mientras se sigue con la búsqueda de los 700 desaparecidos que dejó el naufragio de un barco que llevaba migrantes a Europa en la noche del sábado -de los que sólo han hallado 28 cuerpos-, ayer ocurrieron dos incidentes similares, que acentuaron la preocupación mundial por el masivo flujo de ilegales desde África.

    La guardia costera italiana intentó rescatar a unas 450 personas que se encontraban en dos embarcaciones, a 55 kilómetros de la costa de Libia. En una había 150 ocupantes en una lancha neumática. En la segunda la nave estaba en peligro, según alertó la Organización Internacional de las Migraciones, que avisó que ya había 20 muertos.

    El hecho se sumó al deceso de tres personas por el naufragio de un velero que encalló frente a la isla de Rodas, en el mar Egeo, en Grecia. Unas 93 personas fueron rescatadas en el operativo, en que la población local ayudó a sacar heridos y fallecidos.

    La situación tiene en alerta a Grecia, luego que la semana pasada 700 inmigrantes llegaron a la isla de Mitilene.

    Las cifras inquietan porque el número de muertos ya es la mitad de las del 2014. Mucho, considerando que aún no comienza el verano, que es el período que los traficantes aprovechan por las mejores condiciones del mar.

    Inquietud creciente

    La mayoría de la migración ilegal que aqueja hoy a Europa proviene de Libia, país en crisis desde 2011, tras la muerte del Muamar Gadafi, que encabezó un régimen de 40 años. Según Unicef, la inestabilidad política ha provocado la huida de 700.000 personas.

    Junto al primer ministro maltés Joseph Muscat, el premier italiano Matteo Renzi dijo que estos hechos prueban que se había intensificado la actividad de los traficantes, y pidió que Europa se una contra el tráfico humano en el Mediterráneo.

    "Si Europa no colabora, la historia la juzgará muy mal", agregó Muscat.

    De visita en Portugal, el primer ministro de Marruecos, Abdelilah Benkirane, criticó la política de la Unión Europea sobre la materia.

    "Los países europeos deberían sentir que atajar el problema a partir de la seguridad no es suficiente, es necesaria más justicia entre los dos lados del Mediterráneo", afirmó.

    Además, solicitó que Europa destine dinero para promover el desarrollo de los países africanos, y se desincentive por esa vía la migración. "Los europeos deben ver que también es una buena inversión para ellos", añadió.

    Propuesta de decálogo

    La crisis llevó ayer a la Unión Europea a anunciar que el jueves realizarán una cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de gobiernos. Ahí, la Comisión Europea presentará a los mandatarios un plan de acción de diez puntos.

    El decálogo incluirá el refuerzo de las operaciones de control y rescate; aumentar la cobertura y el dinero del programa de vigilancia marítima, Tritón; y capturar y destruir los barcos utilizados por los traficantes, e incrementar la cooperación con las naciones afectadas.

    Asimismo, contempla un programa de retorno rápido para los inmigrantes ilegales; trabajar con las naciones de origen y ofrecer plazas para quienes necesitan protección.

    "Debemos tomar medidas directas, prácticas y sustanciales. Si no actuamos ahora la crisis tendrá proporciones peligrosas en los próximos meses", dijo el comisario europeo, Dimitris Avramopoulos.

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