Hoy, y a raíz del Día Internacional del Libro, se organizan un gran número de iniciativas para fomentar la lectura de los santiaguinos. bibliotecas, organizaciones e instituciones preparan charlas, actividades y talleres que tendrán lugar durante todo el día, así como también se posibilitará el acceso a la lectura de todos, con iniciativas como la de la Biblioteca Libre, la Biblioteca Municipal de Providencia, la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Chile o Ediciones B, que regalarán y liberarán en total, más de 2.000 libros. No obstante, los chilenos no son buenos lectores, esto lo revelan estudios como el publicado por El Consejo Nacional de la Cultura y las Artes en 2013 donde se muestra que un 52.4% de los entrevistados afirmaba no haber leído ningún libro en los últimos 12 meses.

Impulso a la lectura

En el mismo estudio, la falta de dinero (3.5%) o de acceso a los libros (0.2%) son dos de las razones menos relevantes por lo que las personas no leen. Y es que en la ciudad de Santiago se llevan a cabo actividades durante todo el año que fomentan la lectura y, sobre todo, la hacen accesible a todos. Es el caso del proyecto del anteriormente nombrado Biblioteca Libre, que cada dos semanas organiza una liberación masiva de libros, donde disponen 1.000 libros en lugares determinados de la ciudad como el Parque Forestal, el Barrio Concha y Toro o el Cerro Santa Lucía, para incrementar el intercambio. "La idea es que la gente deje sus libros para que otras personas los puedan tomar, de esta manera no quedan guardados, sino que van circulando" declaró Diego Ramírez, coordinador del proyecto. Esta iniciativa llama cada vez a más personas que quedan atentas a las redes sociales, donde se anuncian los distintos eventos. "Hasta la fecha hemos liberado más de 80.000 libros", dijo Ramírez. La ciudad dispone también de otras alternativas como Bibliometro, el Casero del Libro, ferias y bibliotecas públicas en general. Sobre la falta de lectores, María Graciela Bautista, directora de Lectura Viva, propone soluciones como la formación de "mediadores", es decir, encargados de estar entre el libro y la lectura para guiar y crear lectores autónomos.