Hasta hace no muchos años atrás, todos los pollos que uno compraba en el supermercado venían con una bolsita de "menudencias" en su interior. Por lo general, estas correspondían a contres y panas que la gente solía ir juntando congeladas en su refrigerador hasta que -después de varios pollos comprados- se hacían de un buen stock de panas o contres para ejecutar alguna receta. Ahora, para los más impacientes, en las carnicerías solían venderse -además de los pollos completos- variadas menudencias y partes de este animal. Así, además de los ya nombrados panas y contres, también era posible encontrar buenas ofertas de pulmones, corazón, patas y hasta cogote de pollo. Sin embargo, así como los pollos "con menudencias" en los supermercados van en franca retirada, con las carnicerías independientes está pasando lo mismo y en las pocas que quedan hoy casi ni se ven estas partes menores del pollo.

¿Por qué sucede todo esto? Bueno, lo de la desaparición de tantas y tantas carnicerías suponemos que tiene mucho que ver con la proliferación de los supermercados, donde la gente prefiere hacer de una sola vez -y muchas veces con crédito mediante- todas sus compras. Y en cuanto a que en los supermercados no se vendan estas partes del pollo, según lo que me ha explicado gente que trabaja en el retail, esto les resulta algo costoso, ya que las bandejas con este tipo de productos ocupan mucho espacio -y más encima requieren de refrigeración- para el bajo precio de venta que tienen. Es decir, a los supermercados no les vale la pena tener -por ejemplo- una bandeja de contres que vale menos de mil pesos utilizando el mismo espacio que una bandeja de, por ejemplo, pechuga deshuesada, que la triplica en su valor. Por todo lo anterior, estas menudencias suelen terminar siendo parte de los patés que las mismas empresas productoras de pollo elaboran. Así las cosas, conseguir estos ingredientes por separado para desarrollar algunas clásicas recetas resulta cada vez más difícil.

¿Qué preparaciones se pueden hacer con las menudencias y otras partes del pollo? La verdad es que muchas. Por ejemplo, con las siempre humildes panitas puede hacerse un paté o también un salteado con champiñones y ajo. Con el cogote y las patas se pueden hacer exquisitas sopas. Además, los poco atractivos pulmones y corazones se pueden condimentar bien y luego pasar por una plancha caliente para finalmente ser servidos como aperitivo. Y en el caso de los cada vez más escasos contres, sirven para hacer una rica sopa o guisados. Y justamente esta última receta es la que les presentamos hoy.

Salvo las panitas y los contres, que muy de tanto en tanto se pueden conseguir en supermercados, la única manera de irse a la segura para conseguir menudencias de pollo es yendo a las carnicerías de la Vega Central y el Mercado Matadero de Franklin. En estos lugares, sin mayores problemas es posible encontrarse con hígados, pulmones, corazones y patas de esta ave. Ahora bien, conseguir cogotes es un poco más complicado. Así las cosas, no está quedando otra que pensar en comprar el animal vivo en alguna parte.

Si no les gusta el arroz blanco (no faltan los mañosos) otra opción de acompañamiento pueden ser unas buenas papas fritas, las que a medida que se van mojando con la salsa del guiso de contres quedan mucho mejor.

Otra buena manera de consumir contres es haciéndolos hervir durante varias horas en agua, con verduras varias y una pizca de sal. Al momento de servir se le pueden agregar trozos de huevo duro y algo de cilantro.