Al momento de sufrir experiencias extremas de dolor, se les suministra a las personas morfina, vicodina, oxicodona, entre otros analgésicos, con el fin de mitigar el indeseable síntoma. No obstante, este tipo de sustancias, denominadas opiáceas, presentan el peligro de generar tolerancia y adicción en su consumidor, además de ralentizar su respiración y causarle un posible estreñimiento, entre otros efectos adversos.

Por tal razón, diversos científicos se encuentran en la búsqueda de métodos menos invasivos para aplacar el dolor, siendo la luz uno de estos descubrimientos.

En el cerebro se hallan los receptores opioides -que tienen la misión de gestionar el dolor y la recompensa-, los cuales han podido ser activados (y desactivados) a partir del uso de la luz, tras una investigación realizada por la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, EE.UU.

Experimento

En un tubo de ensayo, neurocientíficos del centro de estudios expusieron a receptores opioides a la luz, donde se observó que estos emitían las mismas sustancias químicas que las que producían bajo el efecto de un fármaco. Asimismo, en otra fase del estudio realizaron un experimento en ratones, a los cuales se les implantó un diodo emisor de luz (led) en sus cerebros, en una región vinculada a la respuesta de recompensa, ligada a las sensaciones positivas que se producen tras realizar una acción. También les inyectaron, en la misma zona, receptores sensibles a la luz con el fin de conseguir el estímulo. Tras la fase de prueba, se determinó que los roedores, con sólo percibir la luz, fueron capaces de liberar sustancias como la dopamina, capaz de generar la sensación de euforia.

Este innovador método no presentaría los problemas habituales de los analgésicos. "Es concebible que, con mucha más investigación, podríamos desarrollar formas de utilizar la luz para aliviar el dolor, sin que un paciente necesite tomar un medicamento analgésico con efectos secundarios", afirmó el autor de la investigación, Edward R. Siuda, estudiante graduado de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington.

Un pescador acostumbrado a cazar mojarras azules o truchas en el lago Betonville, al noroeste de Arkansas, EE.UU. capturó una piraña -pez carnívoro nativo de Sudamérica. Según Newsweek, y contrario a lo que se podría pensar sobre el calentamiento global, una bióloga de la Comisión de Caza y pesca de Arkansas aclaró que el peculiar hecho habría sido provocado por alguna persona que sacó el pez de un acuario y lo tiró al lago. El acto, que es ilegal en ese estado, conlleva una multa por US $2.500 y 90 días en prisión. No se ha encontrado al culpable. Este tipo de pez, por el frío, no puede sobrevivir en ese lago.

La semana pasada los usuarios de Twitter descubrieron que podían jugar en línea Street Fighter II. El juego se pudo disfrutar en la red social debido al sistema Twitter Cards que permite que videos, imágenes y otros contenidos que ocupan más recursos, sean reproducidos en el stream de Twitter. Pero subir este tipo de datos interactivos (videojuegos) va contra los términos de uso de Twitter Cards. Por eso, según The Guardian, este fue probablemente el motivo por el cual la red social desactivó la función, luego de ver el stream de Street Fighter II y Wolfenstein 3D en las líneas de tiempo de los usuarios.

La Subsecretaría de Turismo lanzó la campaña nacional #YoFirmoChinchorro, que busca recolectar firmas que apoyen el nombramiento de las Momias Chinchorro como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Con esta iniciativa se quiere valorizar el patrimonio cultural y arqueológico que los Chinchorros dejaron en Camarones (Arica y Parinacota) y así fomentar el turismo cultural que potencie el desarrollo socioeconómico y que traería consigo un trabajo de rescate y protección del patrimonio regional.

Luego que la semana pasada numerosos medios reportaran los problemas que habría tenido el flamante Apple Watch para leer el ritmo cardiaco del usuario -cuando este tenía tatuajes- la compañía reconoció que había problemas con su funcionamiento. En su sitio de soporte ahora se afirma: "Cambios temporales o permanentes, como los tatuajes, pueden influir en el sensor del ritmo cardiaco".