• Crean un ejército de abejas nativas para polinizar el campo

    Investigación de la UCM crió y soltó en predios un insecto nacional para mejorar los cultivos. Pese a su utilidad, la corta vida de estas especies apena a los niños.

    Leo Riquelme

    Desde 1994 que el entomólogo Víctor Monzón estudia las abejas nativas. Comenzó investigándolas para su tesis de doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona.

    "En esa época no había crisis como ahora, en que hay una disminución de los polinizadores en general. La idea era buscar algunos alternativos que ayudaran a la abeja de miel a polinizar cultivos agrícolas", describe el académico de la facultad de Ciencias Básicas de la Universidad Católica del Maule.

    En Chile se han identificado unas 450 especies de este tipo, aunque se cree que hay más de mil. A diferencia de las mieleras, las nativas no viven en comunidad, son solitarias y cada una forma y cuida su propio nido, aunque nunca ve su descendencia, pues muere antes del año. Cada ejemplar apenas vive de septiembre a marzo, es decir, entre primavera y verano.

    "Cuando le cuento esto a los niños en los colegios no les gusta. Es bastante triste que no conozca a sus hijos", reflexionó Monzón.

    La especie elegida

    Pero más allá de la pena, la naturaleza es sabia y las larvas se desarrollan y nacen justo en el momento de la floración, por lo que apenas pueden volar comienzan a ayudar a la polinización.

    Conociendo este ciclo, y a sabiendas de la disminución de las colonias de abejas mieleras en el mundo, el equipo de la UCM presentó el 2016 y se adjudicó un fondo de investigación del Gobierno Regional del Maule para buscar especies alternativas en dicha zona, y que podrían polinizar cultivos como los cerezos de Romeral (Curicó), los arándanos de Romeral y Santa Ana de Queri, y de paltos en Ocoa (en Valparaíso).

    En la indagatoria ubicaron unas 300 abejas nativas que viven entre Coquimbo y el Ñuble, pero decidieron trabajar con la Corynura chloris (ver imagen), la cual fue recolectada y en un laboratorio recrearon las condiciones ambientales para criarlas.

    "Ahora ellas, igual que si estuvieran en el campo, ya comenzaron a moverse, entonces creamos una unidad, que es como un kit, donde irán esas abejas, y se los vamos a entregar a los agricultores que están asociados al proyecto para que ellos las puedan soltar en sus campos y se puedan establecer", explicó el experto.

    Cada Unidad Suplementaria de Polinización -que es su nombre técnico- consiste en una caja de cartón degradable que contiene las larvas. El kit debe enterrarse en un lugar que tenga sol directo, sin sombra y que no esté cerca de regadío. Cuando vuelen, y si todo resulta como esperan, en el grupo conceden en que esto puede ser considerado como la avanzada de un nuevo ejército polinizador para el agro nacional.

    "Esperamos que las abejas van a emerger y van a ir a lo que esté en flor en ese momento. La idea es que eso vaya en coincidencia con la floración del cultivo agrícola. Por ejemplo, ahora están en flor los cerezos y comienza la de arándanos. Lo más probable es que vayan a esos cultivos, aunque son libres de ir a otros lugares (...) Ellas se van a ir donde tengan alimento, que será la floración del cultivo o con la flora acompañante del cultivo, que es la que está alrededor y que habitualmente eliminan. La idea es que las dejen para que se establezca la abeja nativa", planteó.

    "La idea es masificar el kit. Esto es una prueba inicial, porque se han criado bien en laboratorio, ahora vamos a ver lo que pasa en el campo abierto (...) Será un trabajo de chino, porque vamos a observar todas las hileras de flores y mediremos su efecto (...) El proyecto dura hasta diciembre, lo que nos da tiempo para que ellas emerjan y planten sus nidos ahí", agregó.

    solitaria A diferencia de las mielizadoras, las abejas nativas no viven en comunidad.

    comportamiento La nativa está más tiempo en la flor que la mielera. Eso eleva la probabilidad de polinizar para producir frutos y semillas

    agricultores de cinco empresas en el Maule recibieron el kit con las abejas. Proyecto dura hasta diciembre.

  • Necesita deportes y vacaciones

    Por Paulina Flores

    Antonia Arévalo. Nació en Curicó, estudio en Concepción y se trasladó a Santiago por trabajo hace 8 años. Hoy vive en el centro con su esposo y sus dos hijos. Es profesora de inglés. Hace varios meses que está llena de preocupaciones y le han dado varias crisis de pánico en el metro: "me descubrieron dos miomas en el útero, pero si tengo que ser honesta conmigo misma, hace tiempo que vengo con problemas. Yo creo que nunca me he acostumbrado a Santiago, a su ritmo, y es porque hay muchas cosas que no me gusta. Aunque no tengo tanta edad, soy un poco anticuada y siento que Santiago va muy rápido, me cuesta asimilar los cambios, sobre todo en la forma en que se comportar la juventud. Para mi estan cada dia mas irrespetuosos, lo veo en la sala de clases. Pero bueno, le prometí a mi hermana que no iba a quejarme más, porque quizás fue eso lo que me enfermo. Y porque además le puedo traspasar mis preocupaciones a mis hijos y no quiero que ellos crezcan asustados del mundo. La otra noche mi hijita se despertó con dolor de espalda, pero aunque no era nada grave, estaba desconsolada y me costo mucho tranquilizarla. Con mi hermana también hablamos en que debía buscar alguna actividad física como el yoga o el baile entretenido. Y ahora que está mejor el clima, quiero intentar irme en bicicleta al trabajo, porque el metro es una tortura. Ahora tengo toda una semana de vacaciones para el 18 y voy a aprovecharlas en Curicó, como todos los años. Espero volver más positiva, prepararme para mi operación en noviembre y seguir la vida con mas ganas"

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