La agresión que sufrió hace días una mujer en un hogar de ancianos en Maipú, reactivó el debate sobre la capacidad de los que están a cargo del cuidado de los adultos mayores. La Fundación Amanoz, con 15 años de trayectoria, cuenta con diversos programas para ir en asistencia de ellos, a través de la realización de talleres en 35 establecimientos de larga estadía -tales como la Fundación Las Rosas y el Consejo Nacional de Protección de la Ancianidad (Conapran)-, recintos carcelarios y en los propios domicilios de los que residen en Vitacura y Lo Barnechea.

Asimismo, son los encargados de producir el programa "Los años dorados" de la Radio Agricultura. En esta organización trabajan alrededor de 130 voluntarios, entre ellos algunos jóvenes como el brasilero Josivaldo de Souza (32) y Marcela Cañete (31).

Josivaldo llegó al país hace seis meses, continuando con un trabajo de investigación que estaba llevando a cabo en hogares de ancianos de Brasil. "Los adultos mayores necesitan seguir activos porque cada día tienen menor fuerza muscular, se indisponen físicamente y aumentan el peso corporal", explicó Josivaldo. Para contrarrestar estos efectos, realizan en conjunto actividades de elongación con bandas elásticas, ejercicio físico y un entrenamiento cognitivo. "Hemos visto claros avances, sobre todo en cómo toman con alegría esto, porque además es un espacio para interactuar y conocernos entre todos", afirmó el entrenador.

Al menos tres días a la semana hay que estar dispuesto a donar para ser voluntario de la fundación. "Muchos de los que llegan son jóvenes que salen de la universidad y, mientras se encuentran buscando trabajo, deciden hacerse parte de este proyecto" dijo la directora ejecutiva de la Fundación Amanoz, María José Gálvez.

La intergeneracionalidad

En palabras de la directora del centro UC de Estudios de Vejez y Envejecimiento (CEVE), Rosita Kornfeld, es fundamental que las generaciones interactúen. "El beneficio es recíproco, porque el adulto mayor puede seguir entregando cariño, cuidados y transmitir de la cultura hacia los más jóvenes, mientras que ellos de vuelta pueden otorgarles afecto, actualizar sus conocimientos, entre otros", afirmó. Para la especialista una medida idónea para avanzar es contar con juegos y actividades para niños y adultos mayores en las plazas. La especialista señaló: "En Francia existe una ciudad abierta donde en algunos edificios residen adultos mayores y en otros adultos jóvenes. Firman un convenio y se ayudan mutuamente. Existe también un jardín abierto a la comunidad donde los adultos mayores ayudan a las parvularias en sus labores. Sería ideal que algo así se pudiera replicar en nuestro país".

Soble la relación que se da entre jóvenes y adultos mayores en el país, Kornfeld opinó: "Los jóvenes hoy en día están más preocupados de lo que había hace 10 años, la relación entre los abuelos y sus nietos ha mejorado, yo creo que porque se ha concientizado más. Sin embargo, sí hago el llamado de alerta de que muchos jóvenes no ceden el asiento a los adultos mayores en el Metro y las micros. Eso se debería mejorar". En cuanto a los cuidadores de ancianos, la directora cree que se debería profesionalizar más.

Ayuda recíproca

Según la directora del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), Rayén Inglés, el organismo público ha tomado como estrategia fortalecer las relaciones intergeneracionales. "Esto permite vincular la temática de la vejez en todas las edades, bajo el paradigma que desde el día que nacemos estamos envejeciendo", afirmó Inglés. Entre los programas gubernamentales, la directora destaca Asesores Seniors, donde adultos mayores van en ayuda de niños vulnerables para mejorar su rendimiento escolar.

Asimismo, se han realizado diversos encuentros intergeneracionales donde se debaten temáticas como sexualidad y género. También se ha destacado el trabajo del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), donde sus voluntarios fueron en ayuda de los adultos mayores que sufrieron en el terremoto del norte chico.