Tres explosiones antes de la 9 de la mañana sacudieron ayer la capital belga. Fueron tres los atentados: uno en el metro y dos en el aeropuerto de Bruselas. Al menos uno de ellos fue ejecutado por un atacante suicida. La fatídica jornada dejó al menos 34 personas muertas, cientos de heridos, el cierre de la ciudad y activó las alarmas en Europa.

El Estado Islámico se atribuyó los atentados, afirmando que sus agentes abrieron fuego en el aeropuerto y "varios de ellos" detonaron chalecos de explosivos. El mensaje, publicado por la agencia de noticias de la agrupación, Amaq, informó que otro suicida detonó sus explosivos en el metro.

La agrupación también comunicó que los atentados fueron en venganza por el apoyo de Bélgica a la coalición internacional que batalla contra el grupo extremista en Siria e Irak.

El alcalde de Bruselas, Yvan Majeur, habló de más de 106 personas heridas y 20 muertos en el ataque contra la estación de Maelbeek, cercana a la sede de la Unión Europea.

Otro funcionario belga aseguró que 11 personas murieron y 81 resultaron heridas en dos explosiones simultáneas en el aeropuerto.

Otra bomba fue hallada en el terminal aéreo, aunque fue desactivada posteriormente.

El fiscal general de Bélgica, Frédéric Van Leeuw, dijo que dos hombres identificados en una foto "posiblemente" eran los atacantes, y que la policía busca a un tercer sospechoso. Los operativos se realizaron ayer en todo el país.

Las autoridades difundieron una imagen, tomada de cámaras de vigilancia, de dos hombres empujando carros de equipaje. Dijeron que dos de ellos al parecer fueron los atacantes suicidas y que el tercero -con abrigo de color claro, sombrero negro y lentes- estaba prófugo.

Durante la tarde, la policía allanó cientos de lugares en Bruselas en busca de uno de los sospechosos y halló una bomba llena de clavos, productos químicos y una bandera del Estado Islámico en una vivienda en el vecindario de Schaerbeek.

El primer ministro Charles Michel declaró tres días de luto nacional, afirmando que "enfrentamos enemigos de nuestros valores fundamentales". Desde el resto del mundo, Bélgica recibió cientos de condolencias.

La Presidenta Michelle Bachelet rechazó los ataques y dijo que el mundo sabrá responder con justicia. París vistió la Torre Eiffel con los colores de la bandera belga.

"Ellos no pueden ganar"

El integrante de Quilapayún Guillermo García vive hace 20 años en Bruselas con su mujer, una belga nacida en la capital. Ayer ninguno de los dos tenía que salir de casa temprano y se enteraron de lo ocurrido por la radio y luego por televisión. "Tengo rabia e impotencia, me dan ganas de ir a ofrecer mi ayuda a los cuarteles de policía y ofrecer mi ayuda. Es muy fuerte. Ellos quieren atemorizarnos, pero no pueden ganar", aseguró García a hoyxhoy.

Agregó que la realidad en Bélgica es muy particular y por ello hay que aprender a vivir con esta situación. "Esta gente está aquí, vive aquí, nacieron aquí, viven en el mismo barrios, ahí están", sentenció.

En su último día en Cuba, el Presidente de EE.UU., Barack Obama pidió libertad política para la isla y aseguró que su visita buscaba enterrar el último resquicio de la guerra fría. En un encuentro en el teatro Alicia Alonso de La Habana, el Mandatario dijo algunas frases en español y aseguró que cree en el pueblo cubano y que el futuro del país está en esas manos. "Deberían tener elecciones libres", agregó. Antes de partir a EE.UU., Obama fue a un partido de bésbol con su par Raúl Castro

El Papa Francisco lavará los pies de jóvenes refugiados durante el ritual de Semana Santa, en un gesto de gran simbolismo en la Iglesia católica. El Vaticano no indicó si habría participantes no católicos entre los 12 refugiados en el rito del Jueves Santo, que se realizará en un centro de asilo en Castelnuovo di Porto, al norte de Roma. El ritual habitual de este día representa la limpieza de los pies de los apóstoles por Jesús antes de ser crucificado.