Pamela De Vicenzi

En febrero del año pasado comenzaron las grabaciones del Episodio VIII de "Star Wars", "Los últimos Jedi". En ese entonces, se conocieron los nombres de los actores que debutarían en la saga y que se sumarían a la renovación de rostros que partió en "El despertar de la fuerza", liderada por Daisy Ridley (Rey), John Boyega (Finn), Oscar Isaac (Poe Dameron) y Adam Driver (Kylo Ren).

El ganador del Oscar Benicio del Toro fue uno de los nuevos confirmados para integrar el elenco de la cinta que se estrenará mañana en Chile. Los detalles en torno a su personaje son escasos: se llama DJ, reside en la ciudad casino de Cato Blight y se mueve en un ambiente de criminales, en donde el dinero mueve lealtades y traiciones.

Pero DJ tiene un talento, que es descifrar códigos, siendo probablemente el mejor en la materia. La Resistencia necesitará de su ayuda para enfrentar a la Primera Orden y este personaje deberá mostrar su probidad.

Un oportunista

"Llegué por Rian Johnson. Me llamó y quería hablar conmigo sobre su personaje", cuenta Del Toro sobre su llegada a la saga a través del director de "Los últimos Jedi". "No me dijo nada acerca de este personaje. Hablamos de películas, de mi experiencia, fue algo muy casual. Entonces me dieron el guion. Lo leí y me pareció genial. El personaje también lo es".

Sin dar pistas sobre la trama de la película, el actor describe cómo es DJ, quien oscila entre ser una real ayuda o un simple mercenario. "Es un cínico. Cree que los buenos y los malos son básicamente lo mismo. Y es un especulador, se beneficia de la guerra eterna entre el bien y el mal. Es un oportunista, pero puede sacarte de un aprieto y ponerte, del mismo modo, en otro aprieto. Jugamos con esa línea borrosa de no saber si es bueno o malo".

El personaje tendrá una relación muy particular con Finn, quien alguna vez fue soldado de la Primera Orden para luego desertar y unirse a la Resistencia. "El mantra de DJ es 'sé libre y no te comprometas. Esa es, básicamente, su actitud, e intenta mostrarle a Finn que hasta los buenos muchachos son sucios a veces, y quizás corruptos también. Es como un pequeño diablo en el hombro de Finn, que básicamente intenta hacerle ver un lado diferente o un enfoque distinto para vivir en la galaxia".

Sobre su aporte como debutante en la saga, Del Toro afirma que "tuve ideas y se las presenté a Rian. Y él, en ese sentido, es un director entretenido: puedes ser creativo con él. Hicimos algunas cosas. Queríamos construir algo que fuera único para esta película. Al mismo tiempo, DJ tiene que es a la vez repulsivo y atractivo. Entonces, hice malabarismos con eso y espero que algunas cosas funcionen mejor que otras. Tengo fe en Rian".

Cariño por la saga

Benicio del Toro nació diez años antes del estreno de la primera película de "Star Wars", que luego recibiría el nombre de "Una nueva esperanza". En ese entonces, el actor vivía en Puerto Rico, pero se encontraba en Nueva York: "Recuerdo estar en un restaurante y un extraño se acercó a la mesa y me entregó un pequeño folleto de una película que acababa de ver. Era 'Star Wars' y acababa de estrenarse. Me dijo que tenía que ver esa película. Esa fue mi introducción a 'Star Wars'. Creo que todavía tengo ese folleto".

Luego de ver la cinta, regresó a Puerto Rico y le contó a sus cercanos sobre el fin. Sin embargo, "allí las películas se retrasaban hasta cinco meses, y terminé transformándome en el niño que siempre hablaba sobre este film que nunca aparecería".

Ahora que forma parte de esta nueva trilogía, Del Toro manifiesta que "sé cuán grande es este universo ahora. Hice un recorrido por las criaturas, los accesorios y el vestuario. Es asombroso, el mundo entero. Es algo único".

"DJ intenta mostrarle a Finn que hasta los buenos muchachos son sucios a veces, y quizás corruptos.

benicio del toro, actor de "star wars""

cómo llegó Del Toro afirma que se unió a "Star Wars" gracias al director Rian Johnson.

su personaje DJ es un descifrador de códigos que vive en la ciudad casino de Cato Blight.

premios El actor puertorriqueño ganó un premio Oscar como mejor actor de reparto en "Traffic".

Como vivo en Rancagua, debí levantarme a las 5 de la mañana para llegar al Hoyts del Plaza Egaña, donde se exhibiría por primera vez en Chile el Episodio VIII. Éramos unos 300 periodistas. Varios vestíamos poleras de Star Wars, ese amor que nos acompaña hace cuatro décadas. Cuando la luz se apagó y aparecieron los cruceros de la Primera Orden, un escalofrío me recorrió. Me pasa cada vez que he visto por primera vez alguna de las películas que conforman el universo creado por George Lucas en los '70. La trama ronda alrededor de Luke Skywalker, convertido en un asceta cascarrabias que lucha contra su destino. Es la última esperanza para una flota rebelde asediada por el poder de las máquinas del Líder Supremo Snoke y Kylo Ren, hijo de Han Solo y Leia. De esta persecución se despliegan batallas y confrontes con sables láser. Tras 152 minutos salí del cine con una sensación extraña. No sé si la película me gustó. Sé que se me erizaron los pelos, me reí, conmoví, celebré maniobras y me dio pena. Sin embargo, no sé si un no-fanático gozará esta entrega como sí pudo hacerlo con El Despertar de la Fuerza o Rogue One. Los Últimos Jedi es el film de las Guerras de las Galaxias con la trama más compleja y mística, con situaciones difíciles de digerir para alguien que no crea ciegamente en la historia, sin cuestionamientos, casi como una religión. Más que nunca, siento que el amor por Star Wars exige una fe inquebrantable, como la de esos jóvenes rebeldes que dan hasta la vida en favor de una causa cuando tienen todas las de perder.