• Sepa cómo reciclar su basura orgánica utilizando lombrices

    El municipio de Providencia regalará mil kits de un sistema con gusanos que convierte residuos en abono. En la RM también hay servicios externos que realizan la gestión.

    Diego Gotelli C.

    Las cáscaras de papas y los restos de lechuga dejaron de ser considerados "basura" para Andrea González, quien hace dos años comenzó a reciclar sus residuos orgánicos utilizando lombrices para convertir los restos en abono. "Yo reciclo todo. Reciclo botellas y vidrio en un punto limpio cerca de mi casa, pero me faltaba esto", cuenta la mujer.

    Ella es la única de su edificio de calle Carlos Zañartu, en Providencia, que utiliza aquel sistema llamado "vermicompostaje", que consiste en almacenar los residuos orgánicos en un implemento con gusanos dentro, los que aprovechan la descomposición de los elementos para alimentarse y, a partir de ello, generar humus que se puede reutilizar en las plantas.

    El equipo de González fue donado por el municipio de Providencia, el que el 2015 partió un plan de reciclaje orgánico que ha regalado 550 vermicomposteras a los vecinos y que hoy iniciará las postulaciones para su versión 2019, en el que entregarán mil kits del sistema "y en caso que exista un gran interés adquiriremos más", afirmó la alcaldesa Evelyn Matthei. Cada unidad incluye el implemento, un rastrillo, un contenedor para ir colocando los residuos y un núcleo de lombrices.

    Según sus gestores, el alza de cupos se debió a las listas de espera de hasta 600 personas que se creaban en los años anteriores, principalmente porque el implemento tiene un tamaño ideal para departamentos, que es donde vive el grueso de la comuna.

    Paloma Valenzuela, jefa de Medio Ambiente del municipio, explicó que para el sistema se usan lombrices rojas californianas, las que generan un té de humus (líquido) y el fertilizante (tierra) que en el mercado "son bien cotizados". Estima, que con el equipo cada vecino podrá reutilizar el 50% de su basura, logrando reciclarse con el plan más de 518 toneladas al año.

    Para usarlo, sólo se debe seleccionar bien los residuos a reciclar, ya que no se puede someter a las lombrices a carnes, lácteos ni nada cocido, además de arroz, elementos cítricos o ensaladas aliñadas. Lo que sí se puede reciclar son los vegetales y las cáscaras de huevo y de frutas. "Todo lo que pelaste y usaste previo a hacer una comida se puede poner dentro", explica.

    Para quienes no son de Providencia y quieren aplicar el reciclaje con lombrices, también existen diversas empresas en la capital que ofrecen un tratamiento tercerizado de los residuos. Uno de ellos es el Club de Compostaje y Lombricultura Namuntu (namuntulombriclub.cl), la que por $15 mil al mes retira cada semana los desechos orgánicos a domicilio y los trata en una parcela de Batuco utilizando el sistema con gusanos. Luego, cada tres meses, envían el humus de vuelta al cliente para que los utilice en sus plantas.

    La iniciativa actualmente recicla más de seis toneladas al mes de desechos provenientes de 330 familias de la RM, y también ofrecen orientación para poder realizar la gestión de los restos en las casas. "No se necesita un espacio muy grande. Basta con cajas apilables que tengan hoyos y que permitan a las lombrices moverse hacia arriba y abajo. De esta forma uno puede saber lo que echó antes o después para poder cosecharlo", explicó su fundadora Constanza Zapata.

    para postular al kit se debe vivir en Providencia y ser mayor de edad. Se inscribe en el sitio www.providencia.cl.

    se estima que cada persona genera 1,12 kilos de residuos al día, la mitad en desechos orgánicos.

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  • Días en la playa y pesca

    Por Paulina Flores

    Leonel. Tiene 79 años y es nacido y criado en Iquique: "Después de tantos años, he visto cómo ha cambiado la ciudad. Antes era más tranquila, porque era chica. Pero la población fue creciendo y ahora es cosmopolita y la vida es mucho más movida. Llega mucho turista por la Zofri y por Playa Cavancha. El agua es tibia y no hay que caminar tanto para estar en la costa: todo está cerca.

    Yo vivo en Pedro Prado, al otro lado de Iquique. Antes era electromecánico. Salí a estudiar afuera. Hice el curso en la Escuela de Mina de Copiapó. Pero regresé luego. Después trabajé en los ferrocarriles haciéndoles reparaciones. Cerró por el año 84- 86. A los que podían jubilarnos, nos jubilaron. De ahí me cambié a una maestranza particular.

    Hace seis años que soy vigilante municipal. Generalmente me toca estar la Plaza de Armas. Me entretengo escuchando los boleros de los cantores de la calle, o mirando cómo bailan los cabros las coreografías de ahora. No falta qué mirar. Pasa de todo. Pero lo que más me gusta es la playa.

    Antiguamente pescaba y mariscaba mucho. Uno tenía que agacharse no más y se encontraban mariscos. Y para pescar lo mismo. Todavía no se instalaba la fábrica de anchoas. Así que la orilla estaba llena de anchoetas y de peces grandes que se las comían. En ese entonces yo iba siempre a pescar: con mis amigos y con la familia. En el Ferrocarril teníamos 30 días de feriados. Dejaba 15 para ir a la playa y 15 para la Tirana. Esa eran las vacaciones que nos dábamos".

    Envía historias y comentarios a: historiasciudadanas@hoyxhoy.cl

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