• ¡Así ayudamos a las mascotas damnificadas!

    La semana pasada les hablé sobre la tremenda tragedia en el norte y los damnificados invisibles, los animales. Tenía un tono de esperanza porque, a diferencia de otros años, siento que desde el incendio de Valparaíso los animales damnificados han estado presentes en la agenda, al menos informativa. No podemos decir lo mismo de la agenda institucional. Y esta semana quiero hablarles un poco de lo mismo, pero desde mi propia experiencia. Fui la semana pasada con Fundación Julieta y Fundación Ceba a Alto del Carmen, una comuna al interior de Vallenar que se vio afectada por el aluvión, no en la magnitud de Copiapó, Chañaral, Paipote, El Salado o Diego de Almagro, que están absolutamente cubiertos de lodo. Sin embargo, igual muchísima gente perdió sus casas y todo lo que tenían. Llevamos donaciones de ropa, pañales, agua, útiles de aseo y huevitos de chocolate. Llevamos dos toneladas de comida de perro y de gato, además de alfalfa para el ganado y caballos.

    Las personas no tenían absolutamente nada de comida para sus animales. Toda la ayuda recibida sólo había sido para humanos. Nos agradecían enormemente que pudiéramos ayudarlos con la alimentación de sus gatos y perros, que estaban flacos comiendo de las pocas sobras de su comida. Les dimos atención veterinaria a todos, los que se ponían en fila con sonrisas de esperanza.

    Les regalamos collares y platos a los animales, además de desparasitarlos. ¡Estaban felices! Y nosotros también. Felices de que exista gente que, aun perdiéndolo todo, se preocupe no sólo de sus animales, sino que también de los que estaban abandonados.

    Inoperancia

    Compartiendo experiencias con otros voluntarios y veterinarios, nos dimos cuenta de que este mismo abandono que vimos en Alto del Carmen existía también en esas localidades con peor panorama. Había un "encargado" -que era el enlace con la Onemi-, que hasta el sábado que acaba de pasar no había hecho nada. Absolutamente nada. No había distribución de alimento, acopio de información, organización de veterinarios y voluntarios, nada. Los veterinarios expertos en desastres naturales que estuvieron presentes en Chaitén no podían creer lo que estaban viendo. ¿Cómo alguien con ninguna capacitación estaba a cargo de montar un protocolo de emergencia y, para peor, en la misma emergencia? ¿Con qué méritos estaba ahí? Realmente insólito. Contaba con la "ayuda" de dos organizaciones extranjeras que tampoco avanzaron nada. Ellos mismos ante esta incompetencia tuvieron que hacer un mapeo del lugar con las necesidades que se necesitaban suplir. ¡A dos semanas del aluvión! Si la ayuda llegó como llegó para las personas, entonces qué podemos esperar para los pobres animales. Es un horror que no hayamos aprendido nada. Creemos que damos un paso adelante, pero estas tragedias nos demuestran que estamos a pasos luz atrás en el bienestar animal.

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24