Durante todo el día de ayer "Techo" fue uno de los tópicos más comentados en Twitter. ¿La razón? La organización lanzó una campaña publicitaria en que apelaba a varias de las reformas del actual Gobierno, acusando que estas "no llegan a los campamentos".

Muchos tuiteros acusaron a la entidad de involucrarse en política al mencionar la Asamblea Constituyente, la gratuidad en la educación, la reforma tributaria y el derecho a la vivienda.

Pero también concitó apoyo. El diputado de Evópoli, Felipe Kast, alabó la petición para que la pobreza sea prioridad.

El capellán de Techo Chile, Juan Cristóbal Beytía, aplaudió que la campaña provocara. "Nosotros queríamos colgarnos del momento político para generar una discusión en torno al lugar que ocupa este grupo de la población en estas reformas", dijo, insistiendo en que ninguna ha llegado a los asentamientos.

El sacerdote ejemplificó con la gratuidad en la educación. "Cuando sólo el 1% de los que viven en los campamentos llega a la universidad, la gratuidad deja de ser un tema de importancia. Con la reforma tributaria pasa lo mismo".

Beytía aclaró que son una organización política, porque "llevamos años tratando de incidir en las políticas públicas, para que los campamentos sean representados".

Los PPD Ricardo Lagos Weber y Jaime Quintana asumieron la presidencia y vicepresidencia del Senado. El ex ministro dijo que "tenemos el desafío mayor de levantar la política" y añadió que "nuestra democracia representativa no alcanza a hacerse cargo de los cambios de nuestra sociedad". Por ello llamó a analizar la incorporación de los referendos revocatorios, para que la ciudadanía "tenga las herramientas para derogar o cambiar alguna legislación que haya sido aprobada por el Parlamento".

El ex jefe de la CNI, Álvaro Corbalán, difundió ayer una carta que le envió a Joaquín García, el recluso que la semana pasada le propinó un cabezazo en el rostro en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS). "Lamento su reacción, ya que usted es un hombre de poco más de 20 años", dijo el ex militar de 65 años. "Es lamentable que la generación a la que pertenece mantenga odios y rencores que los chilenos deberíamos superar", agregó.