• Las legumbres a la baja

    por álvaro peralta / @dontinto

    Desde que tengo uso de razón como legumbres todas las semanas. Lo hacía cuando era niño y vivía con mis padres, lo mismo después en mis años de soltero y lo sigo haciendo hasta hoy.

    Por lo general, las consumo a inicio de semana. Como el último lunes, que por la noche comí unos garbanzos con curry y caldo de almejas con el que me fui directo a la cama. Mal que mal, los lunes aún se sienten los coletazos del fin de semana. Por lo general, voy intercalando la ingesta de legumbres semana a semana. En una ocasión como porotos, en otra lentejas, después garbanzos y luego vuelvo a las lentejas. Y así sigo, sin aburrirme, aunque procuro ir variando las recetas. Por lo mismo, las legumbres las cocino junto al ya mencionado curry pero también con diversos embutidos, con carne de chancho, con hongos, mariscos y hasta con tomate, ajo y acelga. Ahora bien, cuando llega el verano y aparecen los porotos granados debo confesar que mi ingesta de legumbres sube considerablemente. Es que a un plato de granados con choclo, tomate, zapallo, albahaca y ají verde me cuesta mucho decirle que no.

    Pero como dicen los sociólogos, un caso en particular no es muestra válida para nada. Por lo mismo, que en mi casa se consuman legumbres de forma regular desde siempre no significa mucho. Y para reafirmar esto sólo hay que mirar las cifras. ¿Qué cifras? Las que por ejemplo se conocieron durante la semana pasada en hoyxhoy que dicen que -según un sondeo de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) del Ministerio de Agricultura- en 2011 los chilenos consumían 2,7 kilos (per cápita) de legumbres por año, mientras que en 2011 esa cifra sólo llegó a 1,3 kilos. Hablando en simple, en Chile cada día se comen menos legumbres.

    ¿Por qué pasa esto? Porque durante las últimas décadas los chilenos hemos ido reemplazando estas proteínas por distintos tipos de carne, que como nunca en nuestra historia se han incorporado a nuestra dieta. O sea, mucho bistec o hamburguesa con algo y muy poco guiso de legumbres. Además, hay varios estudios que sostienen que el consumo de legumbres en Chile se asocia a pobreza. Por lo mismo, en estas últimas décadas no serían pocos los compatriotas que, cuando su situación económica mejoró, dejaron de consumir legumbres. Triste pero cierto. No que la gente progrese, sino que ciertos alimentos se asocien erróneamente a alguna clase social.

    ¿Qué se pierde al no comer legumbres? Primero, una fuente importante de proteínas, vitaminas y fibra que le hacen muy bien a nuestro organismo. Y segundo, un puñado de recetas tradicionales en base a legumbres que millones de chilenos conocen cada vez menos. Además, dada la baja demanda, cada vez se siembran menos legumbres en Chile. Y como consecuencia de esto, las legumbres que se comercializan ahora acá suelen ser importadas, por lo que son mucho más caras. Ante todo este negro panorama, les dejamos una buena receta para comer legumbres incluso en verano, porque se trata de un receta fría, pero rica.

    "Triste pero cierto. No que la gente progrese, sino que ciertos alimentos se asocien erróneamente a alguna clase social."


    Congelar las legumbres

    Los guisos de legumbres deben ser de los que menos sufren cuando se guardan en el freezer. Por lo mismo, cuando cocinen porotos, garbanzos o lentejas hagan una buena cantidad y congelen. Porque un freezer con buena comida, lista para descongelar y comer, siempre se agradece.

  • La receta de hoy | Lentejas frías con pernil


    Ingredientes

    (Para 3 personas)

    -1 taza de lentejas

    -2 tomates

    -½ cebolla morada

    -2 huevos duros

    -1 palta

    -300 gramos de pernil cocido

    -1 hoja de laurel

    -2 dientes de ajo machacado con el cuchillo

    -sal, pimienta, cilantro, aceite de oliva, mostaza antigua y limón

    1Cocer las lentejas (previamente remojadas en agua durante dos horas) en agua fría con un poco de sal, ajo y la hoja de laurel por 40 minutos o hasta que estén blandas. Luego, desechar el laurel y el ajo, escurrirlas y dejar enfriar a temperatura ambiente.

    2Cuando estén frías ponerlas en un bowl grande y agregarle la cebolla morada cortada en cubos muy pequeños, los tomates en gajos, los huevos en cuartos y la palta en cubos de unos dos por dos centímetros. Finalmente, cortar el pernil (también frío) en cubos del mismo tamaño que la palta y agregarlo al bowl.

    3En otro recipiente poner un chorro generoso de aceite de oliva, una cucharada de mostaza antigua (la con semillas), sal, pimienta y el jugo de un limón. Revolver muy bien para que se mezclen todos los ingredientes y se forme así un aliño espeso.

    4Después, verter este aliño sobre las lentejas con verduras y pernil. Agregar un poco de cilantro picado, revolver bien y servir en platos individuales.

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