por francisca corral / @FranCorralS

Viene la Navidad y, claro, ¡cómo obviarla!, cuando la mayoría del comercio está adornada con figuras del Viejo Pascuero y árboles de la misma índole. A todo esto se le suma la música de villancicos, que resuena hace un par de semanas.

Si bien el único sentido de la Navidad debiese ser el juntarse en familia, compartir con cariño, recapacitar sobre nuestras acciones, hay que reconocer que es lindo hacerle un regalo a la gente que uno quiere. Buscar que ese presente sea bonito, especial, e inolvidable.

En ese punto, es cuando los papás empiezan a pensar cuál podría ser el más lindo regalo para sus pequeños. Y muchas de esas veces aparece como protagonista una mascota.

Sé que otras veces he sonado como un Grinch navideño advirtiendo que no se den en adopción mascotas para esta fecha, que está comprobado que más de la mitad termina abandonas y que la emoción del niño dura lo que se demorará en abrir el siguiente paquete y, por ende, toda la responsabilidad de esa mascota recaerá en los papás, escenario que probablemente no tenían previsto.

Sí, sigo pensando en lo inadecuado que es "regalar" una mascota para Navidad. Primero por el concepto: los animales no son cosas y, por lo mismo, no se obsequian. Segundo, porque tener una mascota implica tanta responsabilidad que no debiese obedecer a un impulso o a un deseo de dar un momento de felicidad a un niño. Una mascota debe obedecer a tanto más.

Por todo esto, para los papás que aun así quieran darle a sus hijos una mascota para Navidad, quiero pedirles algo. En primer lugar piensen en cómo comunicar este "regalo". Los mensajes que transmitimos a nuestros pequeños son fundamentales. Las palabras crean realidad y seguramente lo que les digamos lo retendrán de por vida. Yo, más que aportar a la sorpresa del día de Navidad, le diría a todos esos papás que adopten una mascota para esta fecha. Así, el animal rescatado llegaría en este día tan especial, para recibir mucho amor.

Días antes de la Navidad y previamente habiéndole informado al hijo del regalo, es bueno que juntos investiguen sobre la mascota, las necesidades de su especie, que busquen un veterinario cerca, aprendan sobre la vacunación, elijan un lugar de la casa en el que podría dormir, que vean cuál es la mejor comida que pueden darle, organizar horarios de paseos, establecer responsabilidades. En el fondo, todo ese tiempo previo se debe usar para prepararse para la llegada de ese nuevo integrante de la familia.

Imagínense el mensaje que le están dando a sus niños -que no es cualquier juguete que llega y se abre en Navidad-, sino que es un ser que necesita de muchos cuidados y atenciones. Si tienen elegida la mascota, pueden pedirle a la organización que la rescató que les envíe fotos y tal vez hacer un álbum para retratar la espera. Les aseguro que éste sí será el mejor regalo de Navidad. Una linda espera en donde además podrán compartir con sus hijos, pasar tiempo juntos y aprender sobre el amor y lealtad que una mascota puede llegar a darles en el día más cariñoso del año.

"Imagínense el mensaje que le están dando a sus niños -que no es cualquier juguete que llega y se abre en Navidad-, sino que es un ser que necesita de muchos cuidados y atenciones."

El "aliento de perro" se puede manejar

Tu perro, al igual que tú, debe mantener una adecuada higiene bucal. Por eso, siempre tienes que hacerte un tiempo para revisar sus dientes. Si le realizas una adecuada limpieza puedes disminuir el tan incómodo "aliento de perro". Para eso, puedes usar cepillos de dedo, viejos, para la lengua o aditivos para el agua. Asimismo, debes preocuparte de llevarlo a visitar al veterinario para que lo chequee y le practique sus revisiones anuales.

En esta época del año los animales se encuentran mucho más expuestos a fobias, debido a las -ruidosas o luminosas- celebraciones.

Los seres vivos se encuentran en estado de equilibrio, a no ser que estén siendo afectados por estresores de diversa índole, los que pueden ser de tipo físico, biológico y psicológico. Estos factores pueden afectar el comportamiento y la fisiología del animal.

Según María José Ubilla, doctora y académica de la Escuela de Medicina Veterinaria de la U. Andrés Bello el origen de las fobias puede ser un suceso desagradable relacionado con el estímulo que lo desencadenó o, también, la falta de contacto previo con ese estímulo.

Ubilla aseguró que es rol de los propietarios de animales de compañía, así como de los médicos veterinarios, reconocer estos signos. "Es de vital importancia en patologías de este tipo ponernos en el lugar de los animales; extrapolar las emociones y sensaciones que sentimos las personas cuando por algún motivo hemos sentido miedo extremo", agregó.

La académica aseguró que existen tratamientos para combatir las fobias, los cuales se deben aplicar con tiempo, para moldear la conducta del animal. Estos tratamientos buscan la desensibilización al estímulo (fuegos artificiales, por ejemplo) para lo que es necesario trabajar en sesiones guiadas que sean guiadas por un etólogo clínico. Asimismo, dijo la experta, es importante que exista entrenamiento del animal, "enriquecimiento ocupacional; sensorial (feromonas, música, masajes y caricias); social basado en la contención de los animales por parte de sus propietarios (nunca el castigo), y enriquecimiento físico creando una zona segura para el animal".

feromonas música, masajes y caricias pueden ayudar al animal a calmarse.

lugar seguro Se le puede construir al animal un espacio en el que no esté expuesto.