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  • Transantiago y comunas rurales

    José Miguel Arellano, presidente asociación de municipios rurales de la región metropolitana (amur)

    Hace unos días nos enteramos a través de la prensa, no por las autoridades correspondientes, que el Ministerio de Transporte anunció que las comunas rurales de la Región Metropolitana no serán contempladas en el plan del Transantiago. La noticia se conoce a tres meses de que se hagan públicas las bases de licitación, donde se trabajará sólo en 34 zonas y no en los sectores periféricos de la región.

    Actualmente son 38 las flotas de buses que ofrecen los servicios de transporte en las 18 comunas rurales de la Región Metropolitana. A diferencia de lo que ocurre con el Transantiago, en este sistema cada empresa recibe una concesión para ofrecer el servicio y con eso basta para que puedan funcionar.

    El tema del transporte público en la zona rural de la Región Metropolitana habla de una desigualdad territorial y social. Existe un déficit legal, normativo y regulatorio en torno a los buses rurales. La falta de regulación también afecta directamente al bolsillo de nuestros vecinos ya que las empresas sólo tienen la obligación de informar la tarifa que cobrarán. Es necesario que exista un mecanismo externo para establecer o ajustar los precios de los buses rurales, ya que esta situación da pie para que las empresas fijen las tarifas a voluntad.

    La mayoría de las familias de nuestras comunas trabajan o estudian en Santiago, esto significa que deben gastar un porcentaje importante de sus ingresos en transporte. El subsidio a sus pasajes a través del Transantiago debe ser significativo y así mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos y la accesibilidad a Santiago.

    El escenario es similar para todos los usuarios que utilizan el transporte público rural. Tras terminar sus jornadas laborales, los terminales se repletan de pasajeros quienes esperan su turno para poder regresar a sus casas. Al lograr abordar uno de los buses, lo más probable es que todos los asientos estén ocupados y más de alguna persona vaya de pie.

    Incluso, a pesar de la gran cantidad de pasajeros que diariamente se moviliza a través de estos servicios, no existen registros que den cuenta de una cifra aproximada de usuarios, y desde la Subsecretaría de Transportes dicen no poseer dicha información dado que no existe una normativa que los obligue.

    Es urgente constituir una mesa de trabajo con nuestra Asociación de Municipios sobre el Transantiago para tratar los planes para las 18 comunas rurales de la Región Metropolitana, las cuales llevan años esperando una solución. Es fundamental implementar una regulación adecuada y paliar los costos del transporte. Nuestros vecinos no pueden seguir esperando que se nos tomen en cuenta.

    "El transporte público en la zona rural de la RM habla de una desigualdad (...) Las empresas sólo deben informar la tarifa que cobrarán."

  • Una vegana desde los 18

    Por Paulina Flores

    Almendra Gré. Estudia nutrición y dejó de comer carne a los 15 años, después de ver el documental Earthling: "Lo vi con unos amigos en la casa de uno de ellos. La verdad es que al principio sólo queríamos verlo por morbo, pero fue tan impactante y me sensibilizó tanto, que marcó mi vida y mi forma de pensar en un antes y un después. Desde ese día que me volví vegetariana. De los amigos con los que estaba, algunos la dejaron, otros no".

    Cuando le contó a sus padres su decisión, ellos se opusieron: "En esa época nos llevábamos pésimo. Estaba en plena adolescencia y ya teníamos problemas por mis gustos musicales, políticos y de vestir. Fue la media pelea, pero al final se convencieron, sobre todo cuando vieron que me lo tomaba en serio, estudiaba y me preparaba mi propia comida. Me llevaron al médico y empecé a tomar suplementos y vitaminas".

    Pero ser vegetariana no fue suficiente, y tras 3 años de reemplazar la carne, decidió dejar todos los alimentos provenientes de animales y convertirse en vegana: "No se trata sólo del sufrimiento y del genocidio contra los animales, también tiene que ver con la salud. Las personas no se preguntan que se están metiendo a la boca, y en definitiva a su cuerpo. El cáncer, las enfermedades cardiacas, la diabetes, hasta el alzhéimer o las enfermedades mentales, se relacionan con cómo nos alimentamos. Por otro lado, está la relación entre la industria de la comida animal y el cambio climático. Yo recomiendo ver el documental de 'Food Choices', que explica de manera sencilla punto por punto. Hoy es mucho más fácil alimentarse de forma saludable porque hay muchos más productos, que no existían cuando yo empecé".

    "No se trata sólo del sufrimiento y del genocidio contra los animales (...) tiene que ver con la salud

    almendra gré"

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  • Malas decisiones para ver fútbol

    Soy uno de las tantas personas que tiene contratado el Canal de Fútbol en su cable operador, servicio el cual no es barato y que no entrega un contenido de calidad acorde a lo que uno cancela mes a mes. Este fin de semana se vivió la fecha en simultáneo, donde el encuentro entre Iquique y Universidad Católica fue por el CDF Premium con una calidad horrible. Esto pudiendo darlo por la señal HD. Ahora se jugará la definición del campeonato con cuatro partidos en simultaneo (CDF sólo tiene tres señales). Y uno de estos partidos (Unión vs San Luis) será transmitido por www.cdf.cl. De esta forma nuevamente quienes somos castigados somos los televidentes e hinchas de todos los clubes que deseen ver ese partido en específico. Espero que el CDF entregue alguna solución ante esta mala idea.

    José Díaz


    Faltan lockers


    en la Biblioteca

    Desde hace un tiempo que cada sala de la Biblioteca Nacional tiene un guardia, que, entre otras tareas, le pide a cada persona que si quiere ingresar debe dejar su mochila en un locker. La medida puede tener el fin de reguardar el patrimonio de la institución y evitar a la vez que usuarios sufran robos de sus objetos personales, pero se torna engorrosa cuando se considera que para usar los casilleros hay que portar una moneda de $100, y de las chicas, no de las grandes. Si no se tiene sencillo, hay que buscar cambio en la cafetería o afuera. Pero peor es cuando hay mucha gente, porque ahí los lockers se copan y hay que salir a deambular por el edificio rogando para que en alguna parte quede un espacio desocupado. Ojalá los encargados tomen nota y en lugar de complicar el acceso a tan bella institución, lo faciliten.

    Pamela Corvalán

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