Entre 2015 y 2016 los reclamos al Servicio Nacional del Consumidor por posibles fraudes a tarjetas de crédito y débito aumentaron un 27%. Para quienes somos parte del mundo de la tecnología bancaria esta tendencia al alza no es sorpresiva. A pesar de los esfuerzos realizados, es un medio de pago que ha demostrado, una y otra vez, su vulnerabilidad. ¿Cuál es entonces la respuesta? ¿Eliminar este formato? Todo indica que potenciar los pagos móviles es la solución más obvia, considerando que en el país se proyecta que este 2017 casi 450 mil dispositivos serán capaces de prestar este servicio, y que los consumidores van a estar cada vez más familiarizados con esta modalidad de compra, que simplifica y hace más segura las transacciones.

De hecho, el presidente de la Cámara de Comercio de Santiago, Peter Hill, en el eCommerce Day Santiago 2016 destacó ventajas del país como plataforma para hacer negocios online, como su alta tasa de conectividad y su profundidad financiera. Incluso advirtió que las ventas online crecen casi diez veces más rápido que las ventas en tiendas físicas, lo cual nos permite visualizar que cada día más los ciudadanos están optando por utilizar herramientas móviles para realizar sus pagos y transacciones.

Los pagos móviles, aún temidos por una parte importante de la sociedad, han arrastrado mejoras empíricas para consumidores y empresas en términos de comodidad, rapidez y costos asociados a las operaciones bancarias; a través de plataformas IoT, operaciones que requieren PIN o tecnología como el NFC (Near Field Communication), entre otros. Sin embargo, el mayor valor agregado en este medio adquisitivo es la seguridad que proporciona. Por ejemplo, cuando se utilizan réplicas cifradas de las tarjetas de crédito o débito, pero no se envía el número de la misma, sino un identificador válido para un sólo pago.

Ya en Chile el 9% de las transacciones bancarias se realizan por teléfono, eso indica que son cada vez más los consumidores que no quieren portar plásticos. Es entonces responsabilidad de la industria ayudar a los consumidores a comprender que los pagos móviles son seguros, favoreciendo e impulsando este sistema, sobre todo en pequeños comercios ajenos a estos desarrollos.

Si bien, los avances requieren ajustes, estamos todos convencidos que la tecnología beneficia a los usuarios, disminuyendo tiempos de trámite, procesos de compra y aumentando comodidad y seguridad. Y aunque los beneficios son muchos, también se debe tener presente que el proceso de masificación de la herramienta se debe hacer con responsabilidad y transparencia, sin esconder virtudes ni defectos, porque este modo de pago claramente vino a instalarse y hay que sacarle provecho de la mejor forma posible.

"En Chile el 9% de las transacciones bancarias se hace por teléfono. Son cada vez más los consumidores que no quieren portar plásticos."

Por Paulina Flores

Andrés Barrientos. Creció rodeado de grandes lectores: su padre, su abuela y su hermana mayor. Luego, en el Liceo de Castro y en la universidad tuvo profesores que lo marcaron al enseñarle la relación entre ciencias duras y las humanidades. Es ingeniero civil, pero dedica toda su energía a ser director ejecutivo de Fundación Ciudadano Austral, creada el 2013 junto a otros profesionales: "Nos dimos cuenta de que en la zona sur no había un debate de las ideas de la libertad. En general en la opinión pública sólo se mostraba una cara de la moneda: la estatista, colectivista; entonces nos decidimos dar el salto y crear un think tank que entre al debate con otra mirada. Nuestro objetivo es permear e influir en el clima de opinión pública del sur con los principios y valores de la sociedad libre. Desarrollamos actividades entre Valdivia y Punta Arenas, y hemos sido reconocidos como el 2° "Mejor Nuevo Think Tank" de Latinoamérica en el ranking de la U. de Pennsylvania en EE.UU. y 14° del mundo en esa categoría".

Vive entre Santiago y Chiloé, practica montañismo y tiene un proyecto musical solista llamado Figo. Su rutina comienza temprano con un buen desayuno y la lectura de las noticias del sur y de los mercados mundiales, y termina corriendo 21 km: "Trato de estirar mis días al máximo, porque la vida hay que vivirla a concho y no postergar los sueños. Desde pequeño escuché que 'el que mucho abarca, poco aprieta', pero al leer e inspirarme en pensadores del renacimiento que realizaban muchas cosas me he convencido que es posible hacer mucho y bien, con fe, pasión y profunda convicción".

"Trato de estirar mis días al máximo. La vida hay que vivirla a concho y no postergar los sueños.

andrés barrientos"

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Chile vive una fiesta que se celebra por más de 50 años en la Ciudad Jardín. Es nuestro Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, considerado como el más importante de América Latina.

¿De qué manera este festival incide en el turismo del país? La fiesta es transmitida a más de 150 millones de personas en el mundo y no tan sólo muestra el festival como tal, sino que las bondades que la ciudad y Valparaíso ofrecen. Así, se ha tornado una vitrina importantísima para la promoción de nuestro país y la región que lo cobija, atrayendo a turistas que cada vez más eligen la región para su deleite y descanso.

Desde el punto de vista del alojamiento, hoteles de primera línea hospedan a artistas, animadores, periodistas, técnicos y numerosas personas que se necesitan para producir y gestionar magno evento. A esto, se agregan los turistas.

Desde el área de la gastronomía, también vemos como el festival aumenta los comensales en los principales centros gastronómicos de Viña del Mar, Valparaíso y Concón, en donde nuestras bondades culinarias, principalmente reflejadas en productos del mar maridados con especial cuidado con nuestra gran oferta enológica, hacen que este segmento del turismo se beneficie con el evento.

Así también, los comercios asociados se preparan para estar a la altura de las nuevas tendencias y transmitir nuestra identidad a través de la venta de artesanías, actividades deportivas y culturales.

En resumen, el Festival de Viña nos muestra al mundo y al resto de nuestro país durante su duración, generando importantes ganancias y puestos de trabajo para la industria del turismo. Sin embargo, es una responsabilidad de todos cuidarlo y hacer que este siga en su sitial que por años se ha ganado.

Marcelo Riffo, docente Turismo IPCFT Santo Tomás