Leo Riquelme

Se lo pidieron los países árabes, la Unión Europea, socios como Gran Bretaña y Francia y hasta el Papa, pero no hubo caso. Pese a la oposición internacional y al temor por la desestabilización que puede provocar en Medio Oriente, el Presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció que su país reconocerá a Jerusalén como la capital de Israel, pese a ser una zona en disputa con Palestina.

"Es el reconocimiento de la realidad", dijo. En la práctica, su gobierno trasladará la embajada de Tel Aviv a dicha ciudad, cuyo dominio es discutido entre israelíes y palestinos en defensa de zonas "santas" para ambos pueblos.

Trump afirmó que tomó la medida en defensa de los intereses de Estados Unidos, pese a las advertencias de gobiernos y organizaciones árabes que prometieron combatir contra la medida, que era parte de las promesas que hizo el magnate en la campaña.

"Es un día histórico", dijo el Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. "Es una decisión valiente y justa (...) Jerusalén ha sido la capital del pueblo judío desde hace 3.000 años. Ha sido la capital de Israel durante cerca de 70 años... Jerusalén ha sido el centro de nuestras esperanzas, nuestros sueños, nuestras oraciones durante tres milenios", añadió, e invitó a todos los países "que busquen la paz" a replicar el ejemplo.

Por su parte, el Presidente palestino Mahmud Abbas dijo que con su decisión, EE.UU. notificó su "retirada de su papel de apoyo al proceso de paz" y fomenta "la política (israelí) de ocupación, asentamientos y limpieza étnica".

Palestinos salieron a la Franja de Gaza a protestar, mientras Hamas convocaba a más manifestaciones.

el papa francisco se expresó "profundamente preocupado" y pidió mantener el "status quo de la ciudad".

Una reunión con trabajadores de la fábrica automotriz GAZ, en la localidad de Nizny Novgorod, fue el lugar elegido por el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, para anunciar que buscará un nuevo período al mando del país, que gobierna desde el 2000, en dos períodos como Mandatario y en otro como primer ministro de Dmitry Medvedev. El líder de 65 años tiene indicadores de aprobación cercanos al 80%, por lo que es posible que se imponga fácilmente en los comicios de marzo. "No pude encontrar un mejor lugar ni momento", dijo sobre el sitio en que hizo el anuncio, el cual la OTAN no quiso comentar.