Leo Riquelme

Su peo r momento en décadas viven las relaciones entre Argentina y Bolivia, luego que el gobierno de Mauricio Macri emitiera la semana pasada una ley migratoria que, en la práctica, traba el ingreso de extranjeros con prontuario y agiliza la expulsión de foráneos acusados de cometer delitos en suelo trasandino, sin necesidad de una condena de por medio.

Ayer, una comisión oficial enviada por La Paz y la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, acordaron en Buenos Aires crear una mesa técnica para evitar que la norma vulneren derechos ciudadanos.

"Vamos a esperar esta mesa importante, vamos a concentrarnos y tratar de que finalmente las iniciativas sirvan para mayor bienestar de bolivianos y argentinos. Esa es la prioridad, garantizar los derechos de nuestros ciudadanos", dijo citado por la Agencia Boliviana de Información (ABI) el presidente de la Cámara de Senadores de Bolivia, José Alberto Gonzáles.

La comisión se quedará hasta el domingo en Argentina revisando la situación de sus compatriotas.

El gobierno de Macri argumenta que la ley ayudará a reducir la delincuencia. Sin embargo, lo que caldeó los ánimos fue una declaración de la ministra Bullrich. En ella dijo que era necesario "ordenar las relaciones con Paraguay, Bolivia y Perú", y argumentó que el 33% de los presos por narcotráfico provienen de esos países.

Sus dichos incomodaron incluso a la embajada trasandina en Bolivia. "Yo creo que la ministra Bullrich debe pedir disculpas, yo creo que en algún momento el propio Presidente le va decir porque ha generado profundo malestar en la comunidad internacional y le pone al Presidente como algo que no es", dijo el embajador argentino Normando Álvarez en una entrevista con la red PAT.

Según ABI, Álvarez dijo que los bolivianos debían tener tranquilidad, porque "vamos a seguir recibiendo a todos aquellos que quieran estudiar, trabajar, comerciar en Argentina porque los bolivianos son parte importante de nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro".

El aumento de la tensión llevó el lunes al Presidente Macri a invitar a Evo Morales a que sostengan un encuentro durante este semestre, a fin de definir una agenda bilateral. El Mandatario altiplánco ayer aceptó la propuesta vecina.

"Yo quiero trabajar con el Presidente Macri para hacer respetar a los pueblos de Bolivia y Argentina, pero desde América Latina como justa reivindicación de los latinoamericanos ante las políticas del norte", dijo.

Morales tenía una relación estrecha con la Argentina gobernada por Néstor Kirchner y Néstor Kirchner. Sin embargo, la llegada de Macri (de centro derecha) enfrío los lazos. "Somos de la Patria Grande y no somos del norte y todas las autoridades de América Latina tiene que entender que somos una patria", comentó el boliviano.

Barack Obama y su esposa Michelle están aprovechando la libertad de su retorno a la vida civil, tras ocho años al mando de Estados Unidos. En las Islas Vírgenes Británicas el ex Mandatario volvió a practicar uno de sus deportes favoritos, el surf, algo que el Servicio Secreto le tenía prohibido por los riesgos y exposición.

La revelación la hizo ayer en su blog el magnate y dueño de Virgin, Richard Branson, quien subió fotografías e hizo una completa bitácora del viaje a los que invitó a sus influyentes amigos a Isla Mosquito, que es de su propiedad.

Según relató el empresario, Obama le contó que la última vez que había practicado surf fue en un área peligrosa de Hawaii, donde su equipo de protección le advirtió que eso no lo volvería a hacer mientras habitara en la Casa Blanca.

"No pudo surfear ni disfrutar de otros deportes acuáticos ni hacer muchas de las cosas que le gustan. Por eso fue fantástico ofrecerle la oportunidad de aprender a hacer kitesurf, un deporte que se ha puesto muy de moda en la última década", dijo Branson en su sitio de internet.

El magnate contó que incluso se retaron. Obama debía aprender kitesurf y él foilboard, un deporte que se practica con una tabla de surf que tiene una quilla especial, y que permite lograr gran velocidad. El ex Presidente avanzó 100 metros y el magnate 50.

"Después de todo lo que ha hecho por el mundo, no pude desconocer de su merecida victoria. Ahora que se ha ido, voy a volver al agua a practicar para el próximo reto. En su próxima visita, planeamos hacer kitesurf juntos en la isla de Anegada. La próxima vez, quizás gane el mejor", bromeó.

La Fiscalía General del Perú pidió ayer 18 meses de prisión preventiva contra el ex Presidente Alejandro Toledo, por el presunto delito de lavado de activos y tráfico de influencias relacionados con sobornos por US$20 millones entregados por la constructora brasileña Odebrecht para ganar licitaciones públicas. El Poder Judicial señaló que la petición será evaluada por el juez Concepción Carhuancho, a cargo del caso. Tal como dijo el fiscal Pablo Sánchez antes del envío de la solicitud, los cargos son "bastante serios y graves", y si el juez acepta ordenará la captura internacional. Toledo, quien está en Francia y negó los hechos, gobernó entre 2001 y 2006, y es sospechoso de otorgarle la construcción de una carretera interoceánica que une a Brasil con la costa del Pacífico peruano, según confesó el detenido Jorge Barata, ex representante de la firma en Perú.